Aprendizaje de buenos modales, una inversión para toda la vida

Santo Domingo.-Aprender buenos modales y hábitos en la mesa desde temprana edad es fundamental, no sólo para enseñar respeto y consideración, también para desarrollar confianza y seguridad en los niños.
Según Sandy Pou, experta en protocolo y ceremonial, “cuando los niños saben manejarse en diferentes situaciones sociales, se sienten más seguros y proyectan una imagen positiva”, ya sea en reuniones familiares, eventos sociales o en su futuro profesional, son hábitos que contribuyen a formar carácter, autoestima y habilidades sociales.

La verdadera autonomía, asegura Pou, implica que los niños aprendan a comportarse con actitud adecuada en distintos contextos sociales.
“Esto fortalece su autoestima y les permite afrontar cualquier situación con tranquilidad”, afirma Pou, quien tiene más de 27 años enseñando etiqueta y buenas maneras a los niños y adultos.
En sus programas, enseña desde el uso correcto de utensilios, saludo y presentación, hasta la importancia de la empatía, respeto por las reglas y comunicación cortés.

Indica: “Pautas como llegar puntual, mantener una postura adecuada, escuchar con atención y mostrar gratitud son claves para reflejar respeto y consideración hacia los demás”.
Etiqueta en la mesa
El programa ‘Etiqueta en la Mesa’ está diseñado para enseñar a niños y adolescentes, de forma práctica y divertida, las normas de comportamiento en la mesa, cortesía social y valores que fortalecen la confianza y el liderazgo.
Incluye actividades interactivas y se imparte en formato intensivo de seis horas distribuidas en dos tardes.
Herramienta
Pou destaca que la etiqueta y las habilidades sociales son esenciales también en el ámbito profesional, porque facilitan la comunicación efectiva, proyectan liderazgo y abren oportunidades.

“Saber comportarse adecuadamente puede marcar la diferencia”, asegura la mercadóloga y experta en comunicación.
Aunque lo ideal es iniciar la educación en modales desde los 3 o 4 años, sus cursos comienzan con niños a partir de los 6, y se adaptan a la edad y nivel de comprensión de cada participante. También ofrece capacitaciones personalizadas, grupos privados y programas corporativos.
“Mi propósito es sembrar empatía, respeto y amabilidad, para que la buena educación sea la base de nuestras relaciones. Aspiro a que las nuevas generaciones sientan orgullo de su identidad y fortalezcan valores que promuevan una convivencia armoniosa”, concluye Pou.
Para Sandy Pou, las reglas básicas de etiqueta y protocolo son mucho más que seguir un conjunto de normas y directrices; es una inversión en el desarrollo personal y profesional, y si se hace en la infancia es de más provecho.
Satisfacción
Ver la felicidad y confianza que sus alumnos adquieren al aprender con entusiasmo y naturalidad, así como la excelente y positiva retroalimentación de los padres, es su mayor recompensa.
El compromiso de Sandy Pou es seguir formando a las nuevas generaciones con dedicación, para que los futuros profesionales puedan destacarse con respeto, elegancia y liderazgo en todo lo que hagan.
Creencia
— Alegría y amor
Sandy Pou cree firmemente que los conocimientos, transmitidos con alegría y amor, pueden catapultar a las personas hacia nuevas oportunidades y brindarles ventajas competitivas en todos los ámbitos de su vida.
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Erika Rodríguez
Periodista, ganadora del Premio Nacional de Periodismo Turístico Epifanio Lantigua en la categoría Gastronomía y Turismo.