Los congresistas tienen la gran responsabilidad de aprobar una Ley de Extinción del Dominio para que las riquezas mal habidas no se laven con tecnicismos.
Sin embargo, no basta con aprobar una pieza por encima de la cabeza de todo el mundo y a como dé lugar, pues corre el riesgo de terminar igual que las leyes de Partido y la Electoral: desarticulada en el Tribunal Constitucional.
Llama la atención que los abogados constitucionalistas que han opinado sobre el proyecto que reposa en el Congreso Nacional han hecho importantes observaciones, con las debidas advertencias, sobre aspectos de la propuesta que a su entender riñen con la Constitución.
Una pieza tan importante como esa no puede ser el fruto de la terquedad o la imposición irracional, por lo que se hace necesario escuchar la opinión de los especialistas, pues ya hemos visto qué pasa cuando en el Congreso se toma ese camino.
Leyes de las que queda muy poco
Una facción del entonces gobernante Partido de la Liberación Dominicana hizo lo que ahora se quiere evitar: pasar una ley por encima de la cabeza de todos.
No solo ha ocurrido que esas leyes han sido desarticuladas en el Tribunal Constitucional, sino que una parte de lo que aún queda vigente ahora se está convirtiendo en una retranca para el buen desenvolvimiento del mismo PLD.
Esas leyes hicieron un gran daño, pues empezaron poniendo sobre la Junta Central Electoral una carga que muchos advirtieron no podría llevar. Lo mismo se advierte ahora con este proyecto de ley sobre extinción de dominio.