En su estreno en una convención, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha cosechado muchos de los errores del pasado, principalmente en lo relativo a los acuerdos entre los grupos, que siempre dejan un mal sabor entre los militantes y la dirigencia.
En los partidos se ha castrado la democracia para imponer candidatos, lo que ha ocurrido en el PRM para que los grupos de Hipólito Mejía y Luis Abinader puedan tener cierta cuota de poder y así mantener la hegemonía.
En cuanto a la participación de los perremeístas hubo un activo entusiasmo en todo el país, aunque habrá que analizar los errores.