Todos los expertos en ciberseguridad coinciden: si estás pensando en descargar una ‘app’ en el móvil o en la tableta, debes recurrir siempre a las tiendas oficiales del dispositivo.
Al menos, si quieres evitar el riesgo de que te den gato por liebre y acabes con el dispositivo de turno ‘hackeado’. ¿Pero, qué pasa cuando, sobre el papel, lo has hecho todo bien y, aun así, terminas con una aplicación maliciosa instalada?
De acuerdo con un reciente estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, a lo largo de 2023, solo las aplicaciones más populares que esconden virus informático, y que se han podido encontrar en la tienda oficial de Google, la Play Store, han recibido más de 600 millones de descargas.
Y entre las amenazas que esconden se puede encontrar un poco de todo, desde código malicioso que te suscribe a servicios premium hasta publicidad invasiva o virus capaz de robar la práctica totalidad de la información que se almecena en el ‘gadget’ de turno.
Entre las aplicaciones que han conseguido afectar a numerosos dispositivos Android, en este caso se calcula que a unos 50,000, se encuentra una aplicación llamada iRecorder. Esta se presentaba en la tienda de Google, desde 2021, como una simple herramienta para que los usuarios con dispositivos Android pudiesen realizar grabaciones de sus pantallas.