Para poder dar el paso de la calidad a la excelencia, debemos primero plantearnos que la diferencia entre estas radica en la construcción de hábitos para una mejora continua tanto en los procesos, recursos humanos y gestión del territorio.
Es desde ese enfoque que podemos embarcarnos en la gestión del buen gobierno local que en la actualidad quieren alcanzar muchos.
Para pasar de la calidad a la excelencia y vincular la misma a la gestión de un buen gobierno local, antes deberíamos de tener en cuenta acciones a implementar, como la implementación de herramientas para crear un futuro sostenible gestionando con agilidad los procesos de desarrollo administrativo y del territorio lo cual generaría un cambio organizacional flexible y el cual facilitaría la capacidad de implementación de la innovación en todo la estructura del gobierno local ya que dicha innovación sería la piedra angular para el desarrollo de las capacidades organizacionales identificando así el personal humano capacitado y motivado a ser parte de los nuevos cambios en busca de la excelencia en la gestión.
La gestión de un buen gobierno local presenta un gran reto y es la necesidad de desarrollar y mantener firme la confianza de sus munícipes en los gobiernos que los representan.
Si la gestión del gobierno local logra superar este reto lograra que sus ciudadanos se identifiquen con el desarrollo planificado para la comunidad logrando que el mismo sea socialmente responsable y sostenible.
Un complemento importante para fortalecer estas acciones es lograr y mantener un alto nivel de calidad en la forma en que operan los gobiernos locales buscando una prosperidad económica sostenible en el territorio siempre creando políticas públicas municipales vinculadas con las políticas nacionales y regionales.
Un gobierno local que gestiona la calidad y la excelencia institucional y territorial debe de tener claro que tendrán munícipes esperando que les proporcionen servicios públicos municipales de alta calidad, así como transparencia y accesibilidad a la información pública, ya que los ciudadanos son al mismo tiempo clientes y accionista por el simple hecho de que son los que aportan los impuestos para el funcionamiento operacional de los gobiernos locales pero son igualmente quienes reciben los servicios que estos brindan por lo que siempre exigirán que se proteja o mejore su calidad de vida desde el punto de vista de la responsabilidad municipal.
Es por tal razón, que la gestión del buen gobierno local debe siempre estar vinculada a la mejora continua ya que las necesidades de los ciudadanos cada día que pasa van cambiando y requieren más atención ya sea por el nivel de educación, nivel económico, desarrollo territorial, la inmigración o el crecimiento industrial que se pueda dar en el tiempo.
Por lo que es necesario construir políticas públicas municipales más fuertes, más confiables y efectivas y que los gobiernos locales adoptan sistemas de gestión de calidad con el objetivo de mejorar los servicios que brindan a los ciudadanos.
En el momento que los gobiernos locales comiencen a implementar modelos de gestión de calidad y excelencia iniciarán a darse cuenta que no sólo están limitados en el aspecto de servicios, sino que también, implica que diseñen políticas públicas municipales que promuevan el desarrollo económico, social, salud, educación, ambiental e institucional en beneficio de los ciudadanos, buscando organizar, reorganizar y expandir el valor público, mejorando las condiciones y la calidad de vida de los ciudadanos.
*Por Víctor Feliz Solano