Una parte importante de la población ha decidido imponer, sin seguir ningún plan sino a sus instintos, una apertura espontánea de las restricciones impuestas y recomendadas por las autoridades sanitarias.

El Gobierno parece que se acogerá a seguir aconsejando y recomendando, sin endurecer las medidas aunque manteniendo el toque de queda entre cinco de la tarde y seis de la mañana hasta el 17 de mayo.

Esa apertura espontánea responde a muchas realidades sociales, pero no deja de ser peligrosa.

Los dominicanos deben saber que están saliendo a la calle para convivir con el virus y que son pasibles de contagios.

Todas las medidas de prevención anunciadas hasta ahora son válidas más allá del 17 de mayo y que los peligros del Covid-19 son los mismos aunque salgamos de la cuarentena.
En el Gran Santo Domingo hay un desbordamiento de los contagios y justamente esa demarcación territorial es la que muestra mayor relajamiento de la cuarentena.

La vida con el Covid-19 no puede seguir igual que antes de su aparición, pues ha demostrado ser letal en personas con condiciones de salud previas.

EL DÍA pide a todos los ciudadanos a cuidarse y protegerse, con cuarentena o sin ella.