SANTO DOMINGO.- Una aparente apatía se vive en el Senado en torno a la aprobación de una nueva Ley de partidos y agrupaciones políticas y la Ley Electoral.
Ambas iniciativas que son estudiadas por una comisión especial, pese a estar avanzadas, los legisladores no parecen tener prisa.
Este lunes, en un encuentro programado para las diez de la mañana, pasada las 11:00AM los trabajos no habían iniciado y solo se encontraba en el salón el presidente de la comisión, Ricardo de Los Santos.
Este, declaró que por la importancia de ambas iniciativas, habían programado una jornada que se extendería hasta horas de la tarde.
“Queremos sacar dos piezas que sean aplicables y no repetir la amarga experiencia con las actuales. Estamos siendo cuidadosos para evitar que se caigan. No quizás sacar la ley ideal sino la mejor ley”, dijo.
La comisión, que es integrada por senadores de los partidos representación en la Cámara Alta, ya ha sostenido encuentros con entidades de la sociedad civil así como con la Junta Central Electoral.
Según De Los Santos, la Ley electoral está para revisión final mientras que la de Partidos se encuentra todavía en estudio.
Estos trabajos serán determinantes para el avance de los que en paralelo, lleva la Cámara de Diputados.
“En la Cámara de Diputados solo estamos esperando lo que venga del Senado para hacerle la revisión condigna”, dijo ayer Elías Wessin Chávez quien preside la comisión de JCE.
Aseguró que están listos con las matrices instaladas de ambas propuestas, con las discusiones que previamente los Diputados de la Comisión habíamos discutido, modificado o dado el visto bueno.
“Solo tenemos que cruzar el trabajo que hagan los Senadores y garantizamos un informe y apoderamiento del hemiciclo de los Diputados en tiempo récord para ver si antes de la finalización de este año el Pleno de la CD lo conoce y aprueba, con el consenso de las bancadas mayoritarias”, aseveró Wessin.
El Senador Rogelio Genao advirtió recientemente que de no ser aprobadas ambas leyes en la presente legislatura, será imposible aplicarlas con miras a las elecciones del 2024 pues las organizaciones políticas estarán inmersas en sus actividades internas y en las proselitistas.