Hay quejas por todos los puntos del país por los prolongados apagones, con la preocupación de una parte del sector comercial de irse a la quiebra.
Además de la interrupción del servicio eléctrico, los comerciantes elevan su voz por las alzas en los precios de muchos productos básicos.
Entonces, expertos no ven factible que desde el Gobierno se baraje un aumento en la tarifa energética cuando hay un desplome en el suministro, todo agravado por la inestabilidad en los precios de muchos de los artículos de la canasta familiar, lo que pinta un panorama poco halagüeño para la población y las autoridades.
Es decir, que el Gobierno podría afrontar serias dificultades de continuarse por el camino de desasosiego que se percibe. Las demandas sociales podrían también incrementarse en los próximos meses. Pero existe una realidad con Punta Catalina.
Por más explicaciones que se ofrezcan desde el Ministerio de Energía y Minas sobre la deficiencia en la operación de las plantas de Punta Catalina, todo el mundo sabe que en el Partido Revolucionario Moderno nunca comulgaron con ese proyecto. La obra debe ahora usarse para el bien común.