LOS ANGELES.-Después de la paranoica «Contagion», el prolífico y ecléctico cineasta estadounidense Steven Soderberg presenta «Haywire», una película de acción estilo años 1970, donde dirige por primera vez al español Antonio Banderas tras dos intentos fallidos.
La película, que se estrena el viernes en Norteamérica (el 2 de marzo en España), cuenta con un casting decididamente sexy, con el debut en la pantalla grande de la escultural campeona estadounidense de artes marciales Gina Carano, junto a Ewan McGregor, Michael Fassbender, Channing Tatum y Michael Douglas.
Antonio Banderas, quien inició su carrera en Europa de la mano de Pedro Almodóvar, completa el elenco, feliz finalmente de haber podido decirle que sí a Soderbergh, a quien había rechazado dos veces, primero en «Traffic» (2000) -le ofreció el personaje que terminó haciendo Benicio del Toro y por el cual ganó el Oscar- y luego en el fresco sobre el Che Guevara «Che» (2008).
«Es que Steve es muy admirador de las películas de Almodóvar. Le gusta mucho su cine y como he hecho cinco películas con él, me imagino que tenía curiosidad de trabajar conmigo», dijo el actor a la AFP en el restaurante de un hotel de Beverly Hills.
En «Haywire», Banderas aparece poco en la pantalla, pero es quien mueve los hilos de una intriga que lo enfrenta a una mercenaria de los servicios secretos estadounidenses (Carano), perseguida y amenazada de muerte por sus propios empleadores, en una trama ambientada en España, Irlanda y Estados Unidos.
«Mi personaje es un hombre que observa mucho, habla poco, está en el ‘background’ todo el tiempo, es el cerebro», explicó el actor. «Soderbergh lo usa un poco como Shakespeare usa a Fortinbras en Hamlet: necesitaba un personaje que concluyera la historia».
Con una fotografía, un ritmo y una música de gran elegancia, «Haywire» revive el espíritu de las películas de espías de los años 1970, cuando la lucha cuerpo a cuerpo era todavía realista y los realizadores podían hacer tomas largas sin tener que recortarlas luego en el montaje.
«Hay una especie de vuelta a lo retro. Tarantino también ha hecho esto. Steven quizás tiene una cierta añoranza a los ‘feelings’ que tenía como espectador cuando iba a ver películas en los años 1970», dijo.
Banderas, casado desde 1996 con la actriz Melanie Griffith, y uno de los pocos actores no británicos que forjó una verdadera carrera fuera de Europa, quedó encantado con la forma de trabajar de Soderbergh.
«Cuando llegué a Barcelona a rodar con Soderbergh no sabía qué esperar, si iba a ser agresivo o difícil, pero no. Me encontré con una persona que dominaba sin pronunciar grandes palabras, muy delicada, suave», contó el actor.
«Era como si estuviese montando la película en el momento en que estaba filmándola. Como actor, te da mucha seguridad», agregó.
Según Banderas, la dirección de actores de Soderbergh se parece a la de Woody Allen, un minimalista legendario con quien el actor español trabajó en «Conocerás al hombre de tus sueños» (You Will Meet a Tall Dark Stranger, 2010): «Muy pocas tomas. Muy pocos ensayos y muy pocas indicaciones».
«La sensación que tenía era estar delante de un músico de jazz, que tiene la partitura escrita, pero empieza a improvisar», contó.
Nada que ver con ser dirigido por Almodóvar, con quien el actor volvió a trabajar recientemente en «La piel que habito», más de 20 años después de «¡Átame!» (1990).
«La manera de trabajar (de Soderbergh y Almodóvar) es absolutamente distinta. Pedro es increíblemente controlador y preciso en todo lo que hace, hasta puntos insospechados. Es como si estuviera pintando. Con Pedro, el trabajo es naturalizar toda la información enorme que te echa», señaló.
«Lo único que pueden compartir es que hacen lo que les da la gana. Y esto no tiene precio en nuestra vida», dijo.