Las denuncias del irrespeto a los símbolos patrios abundan en las redes sociales, pero no anima a ningún sector a hacer una marcha de repudio multitudinaria en el país. Todo se reduce a reclamos, llamados y advertencias civilizadas para que se descontinúe la práctica del uso mutilado de la bandera nacional y otros símbolos patrios.
El reclamo más poderoso vino de los predios del Instituto Duartiano, cuyo presidente advierte que el artículo 38 de la Ley 210-19 establece penas de 15 a 30 días de prisión y multa de uno a cinco salarios mínimos del sector público para los que incurran en faltas graves e irrespeto a los símbolos patrios, tales como la bandera y el himno nacional.
No solo se falta respeto a la bandera nacional cuando se usa sin el escudo de armas, también cuando el escudo de armas del Estado no es el correspondiente, de acuerdo a la ley, como se observa el uso inadecuado, incluso en encartes, videos y publicidad de diversas instancias del Gobierno.
La advertencia que hace el Instituto Duartiano es sana, cívica y correcta, ya que busca que haya responsabilidades del Estado y respeto a todos los niveles por la bandera nacional.
Ya que se trata del símbolo mayor que enaltece nuestra identidad nacional en todo el territorio nacional y en otros estados y naciones con las que tenemos relaciones diplomáticas.