Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- Tras el acto terrorista ocurrido ayer en Manhattan donde cuatro personas resultaron heridas, incluyendo al atacante suicida, dominicanos en el Alto Manhattan, pidiendo reservas de sus identidades, reiteraron que dejarán de asistir a lugares concurridos por temor a que ocurra algo similar en su presencia.
El pasado mes, decenas de criollos optaron por no asistir al desfile de Macy’s para el “Día de Acción de Gracias”, por las mismas circunstancias.
“Están ocurriendo demasiado cosas raras donde hay multitud”, “No es bueno estar donde hay mucha gente en NY, porque los terroristas eso es lo que buscan”, se escuchó decir a los dominicanos en paradas de buses, restaurantes, bodegas y otros establecimientos públicos» .
Asimismo, “a mis hijos ya se lo he dicho que no van para Times Square a esperar el año nuevo como lo hacían anteriormente”, “debieran matar todo esos malditos terroristas”, fueron de las expresiones que pudo escuchar este reportero.
Algunos recordaron lo ocurrido a final de octubre en el bajo Manhattan, cuando el terrorista Sayfullo Saipov lanzó un vehículo a transeúntes en down town matando ocho personas e hiriendo 11; el carro lanzado a una multitud en la ciudad de Charlottesville, Virginia, dejando tres muertos y más de 20 heridos, y cuando el dominicano Richard Rojas, de 26 años, lanzó su auto contra una multitud que caminaba por Times Square, matando una joven e hiriendo más de 20.
En noviembre de 2016, el somalí Abdul Razak Ali Artan, con residencia legal en EEUU, atacó la Universidad de Ohio e hirió nueve personas y luego fue abatido, además el ataque con bombas en NY y Nueva Jersey en septiembre 2016 por parte del terrorista Ahmad Khan Rahimi, resultando heridas 31 personas.
El atacante de ayer fue identificado como Akayed Ullah, de 27 años, y oriundo de Bangladesh, quien tenía una bomba de tubo y cables conectados a su cuerpo; un paquete de baterías. Fue arrestado dentro del pasillo que conduce a los trenes N, Q y R.
Cuando ocurrió la tragedia, a eso de las 7:30 de la mañana en la calle 42 con la Octava avenida, varios dominicanos transitaban por el lugar, unos que iban a sus lugares de trabajo y otros que regresaban.
Otros criollos se encontraban a bordo de las líneas de los trenes A y UNO que transitan desde el Alto Manhattan hacia dicho lugar, en la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria, desde donde parten cientos de buses a diferentes puntos de los Estados Unidos diariamente, transportando a más de 250 mil pasajeros.
No se informó de ningún criollo herido, pero sí hay testimonio de que corrieron «como caballos en pista» cuando ocurrió la explosión. Uno de los cuatro heridos es la hispana Verónica Chávez.