El Día 
La Cámara de Cuentas de la República Dominicana ha justificado su razón de ser, a través de los 158 años que tiene de fundada, fruto de una iniciativa humana, acertada y dotada, para ese primer momento, de todos los mecanismos de idoneidad.
A través del tiempo, fruto de otras iniciativas, distintos gobernantes, legisladores, políticos y mentes iluminadas vienen aportando leyes, decretos, mecanismos de control que le permiten un mayor alcance en su trabajo y atribuciones.
Entre las instituciones del Estado es una entre pocas que se fortalece con el tiempo, desde 1844, año en que se funda la República por Juan Pablo Duarte hasta 2004, cuando la ley 10-04, del 20 de enero, la moderniza y actualiza por última vez, adecuando sus funciones al desarrollo y las demandas del Estado y la sociedad.
El trabajo de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, hoy y desde siempre, entra en sintonía con un compromiso que traspasa el tiempo y las voluntades del presente y de particulares.
Tiene el deber inapelable de salvaguardar el patrimonio del Estado, que se traduce en la riqueza a la que tiene derecho el pueblo dominicano.
El aniversario 158 que conmemoró ayer la Cámara de Cuentas es una demostración no solo de su permanencia en el tiempo, sino también de la fortaleza que exhibe y le otorga la Constitución de la República como guardiana de los recursos públicos.
El país festeja este nuevo aniversario.
