Una mujer de 77 años vivió durante 30 años con el cuerpo momificado de su madre en un apartamento en la ciudad ucraniana de Nikolaev.
Una llamada de los vecinos destapó el hallazgo, pues la anciana necesitaba ayuda, cuando la policía llegó y revisó el apartamento lleno de basura encontró la momia en el sofá de una habitación.