Atendiendo a la realidad socioeconómica en nuestro país, al igual que en otros países de la región que luchan contra la pobreza, entendemos que es de vital importancia enfocarse en el ODS 11 en donde desde hace unos años venimos como nación haciendo ingentes esfuerzos por alcanzar dicha meta.
Es importante definir este objetivo antes de empezar: “ODS11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”.
República Dominicana ha venido desarrollando esfuerzos por reducir la exposición a los riesgos de desastres naturales y los niveles de vulnerabilidad de la población. En 2002 se creó el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, en 2010 la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 priorizó y marcó pautas en este aspecto, y en 2013 se formuló el Plan Nacional de Gestión Integral del Riesgo.
El país no cuenta con suficiente información y/o series estadísticas consistentes que evidencien la evolución del grado de vulnerabilidad de los asentamientos humanos y de los territorios.
Tampoco se cuenta con estadísticas estandarizadas en materia de calidad del transporte de personas y la seguridad vial, la gestión de los asentamientos y la existencia de planes integrados de desarrollo urbano inclusivo, la salvaguardia del patrimonio cultural y natural, el impacto ambiental del crecimiento de las ciudades, la calidad del aire y las consecuencias de los desechos o la disponibilidad de zonas verdes y espacios públicos seguros para todas las personas en las ciudades.
La planificación y gestión integrada e inclusiva de los asentamientos es una de las grandes tareas pendientes en el país. Como en otras partes del mundo, en las últimas décadas el ritmo de urbanización se ha acelerado y ha desbordado las capacidades de planificación, ordenamiento territorial y gestión municipal sostenible.
La falta de datos e información sistematizada es un reflejo de ello. Avanzar en el cumplimiento del objetivo de hacer más sostenibles, inclusivas y resilientes las ciudades y los asentamientos humanos requiere cerrar algunas de las brechas de información más importantes que permitan alimentar las políticas públicas en este ámbito.
Para enfrentar estos desafíos se requiere: Fortalecer la coordinación entre las instituciones y los actores que inciden en ciudades y comunidades, incluyendo alianzas público-privadas, impulsar en el ámbito municipal la sensibilización de la población y la creación de cultura en desarrollo sostenible, uniformar los marcos normativos a nivel municipal, a fin de que los ayuntamientos se rijan por principios orientados al desarrollo sostenible y desarrollar experiencias piloto en comunidades seleccionadas, a fin de que se puedan establecer y multiplicar buenas prácticas relacionadas con el ODS 11.
Está debidamente comprobado que para que este Objetivo de Desarrollo Sostenible se cumpla, es determinante la participación de los gobiernos locales y que sus autoridades se sumerjan en dicho propósito de manera decidida, entusiasta y responsable.
Como hemos manifestado anteriormente en escritos previos, ya los alcaldes o alcaldesas no son aquellos personajes del sombrero y el machete; ocupar estas posiciones requiere preparación, compromiso y una visión integral del concepto que conocemos como desarrollo local.
*Por Víctor Féliz