Santo Domingo.- Varios representantes de Amnistía Internacional presentaron este lunes el informe “Salud sin Estigma”, que analiza el protocolo de atención para pacientes extranjeros en los hospitales y del cual denunciaron es discriminatorio y excluyente.
Según la organización, la medida exige documentación migratoria para acceder a servicios gratuitos en hospitales públicos, generando discriminación, racismo institucional y un clima de miedo a la deportación que afecta especialmente a personas haitianas y dominicanos de ascendencia haitiana.
El protocolo es implementado por el gobierno de Luis Abinader desde abril de este año y hasta la fecha han fallecido tres personas llevadas al vacacional de Haina.
Un protocolo sin base en evidencia y contrario a los derechos humanos
De acuerdo con Valentina Ballesta, investigadora regional de Amnistía Internacional, el protocolo convierte los hospitales en espacios de exclusión, al tiempo que advirtió que República Dominicana está utilizando políticas migratorias como herramienta de expulsión.
“Los hospitales deben ser espacios de cuidado, no de miedo. Las medidas aplicadas refuerzan el racismo y la exclusión”, manifestó.
Ballesta subrayó que la medida viola obligaciones internacionales de derechos humanos y distorsiona la narrativa pública al responsabilizar a la migración haitiana de problemas estructurales del sistema de salud.
Investigador dice datos oficiales desmienten la ‘saturación hospitalaria’ atribuida a personas haitianas
Uno de los puntos clave del informe es la revisión de datos del Servicio Nacional de Salud (SNS), la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y una encuesta del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
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El investigador Diego Vázquez explicó que las personas haitianas representan 8% de las consultas y 14% de las hospitalizaciones, además la proporción se mantiene estable desde 2023; las provincias con mayor presencia solo representan 2% del total nacional y no existen diferencias estadísticas significativas que demuestren saturación por nacionalidad.
“Otro mito muy prevalente en la narrativa es que hay una alta saturación y lo que encontramos es que realmente este porcentaje mayor sólo se encuentra en ciertas zonas, por ejemplo, en Independencia, en Elías Piña, en Pedernales, en algunas provincias específicas y en El Seibo, aunque muestran porcentajes altos realmente el número total de pacientes en estas regiones que reportan porcentajes altos sólo representa el 2% de las consultas, o sea, sólo 2 de cada 100 pacientes se atienden en esta zona”, especificó Vázquez.
de todo lo anterior se desprende que Vázquez considere que el argumento gubernamental carece de sustento técnico y se basa en estigmas raciales, pero no en evidencia.

El verdadero problema es la baja inversión en salud
El informe destaca que la crisis del sistema de salud dominicano responde a bajos niveles de financiamiento y no a la migración haitiana.
Esto así porque República Dominicana invierte 2.7 % del PIB, menos de la mitad del estándar del 6% recomendado internacionalmente; hay déficit de camas, falta de personal de enfermería y precariedad en infraestructura.
Estas deficiencias, según Vázquezm preceden al aumento de la migración y continúan sin ser atendidas.
Desigualdad histórica y efectos del miedo a la deportación
El análisis de Unicef revela desigualdades profundas en hogares donde se habla creole o francés como son menos acceso a agua y saneamiento, más prevalencia de pisos de tierra, menos acceso a vacunas, mayor desnutrición infantil y mortalidad neonatal casi duplicada.
Vázquez sostuvo que el protocolo agrava estas brechas al generar temor de acudir a hospitales, lo que podría elevar la mortalidad materna e infantil y reducir el acceso a medicamentos como antirretrovirales.
Perfilamiento racial y discriminación sistemática
Para Guillermo Rodríguez, encargado de campañas de Amnistía Internacional, el protocolo institucionaliza un perfilamiento racial que afecta incluso a dominicanos negros, quienes también enfrentan detenciones arbitrarias o temor al usar servicios de salud.
“Las medidas refuerzan discursos racistas y desvían la atención del verdadero problema: la falta de inversión en el sistema público”, resaltó.
Rodríguez advierte que la disuasión de asistencia médica incrementa el riesgo epidemiológico y debilita la respuesta sanitaria del país.
Amnistía Internacional exige la derogación inmediata del protocolo
Rodríguez puntualizó que el estudio concluyó con un llamado urgente al Gobierno de detener deportaciones desde hospitales, así como derogar el protocolo de salud para extranjeros.
Además, abordar las causas estructurales, como la falta de inversión en servicios esenciales, implementar una política migratoria justa y basada en derechos humanos y garantizar atención médica universal y sin discriminación.
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Yamer Javier
Periodista especializada en la fuente de salud. Máster en Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas,