Amnesia digital, la razón de por qué nos falla la memoria

Amnesia digital, la razón de por qué nos falla la memoria

Amnesia digital, la razón de por qué nos falla la memoria

Así como nos hemos facilitado la vida mediante el uso del internet y de herramientas digitales, así mismo nos hemos vuelto totalmente dependientes a estos. Y es que mientras más ayuda tecnológica tenemos, menos esfuerzo ponemos en memorizar datos simples y comunes de nuestro día a día. A razón de esto se origina la amnesia digital.

Hace unos pocos años atrás, memorizábamos todos los números telefónicos de nuestros amigos y familiares. Nos sabíamos el número de la farmacia y de otros comercios a los cuales llamábamos frecuentemente. Ahora, no es suficiente que los comercios utilicen números fácil de recordar, con hasta cinco ceros, y que los promocionen con un jingle ‘pegajoso’, aun así, lo buscaremos en la web cuando lo necesitemos.

Hoy en día guardamos, anotamos y subimos todo a una nube. Nos pasamos el día utilizando internet y herramientas para organizarnos, comunicarnos, compartir y registrar data de cualquier tipo. Si vemos una página web que nos interesa, la marcamos como favorito. Si tenemos algún evento o cita, lo anotamos en el calendario con un recordatorio.

Si tenemos una lista de cosas por hacer o comprar, las anotamos en una aplicación móvil. Guardamos teléfonos, correos electrónicos y hasta el más mínimo detalle de un contacto en nuestro móvil o agenda digital. Extendemos nuestra memoria apoyándonos de todas estas herramientas.

Según estudios realizados recientemente, las redes sociales son las principales responsables a que suframos de amnesia digital. Cuando subimos una foto a Instagram sobre algún evento, por ejemplo, nuestra memoria a corto plazo recordará esta actividad por un breve tiempo, pero al pasar los días nos será difícil recordar ese momento o al menos recordarlo con detalle.

Todo esto tiene su explicación. El lado lógico de nuestro cerebro entiende que no tiene que guardar informaciones que ya están disponibles en el móvil, en una red social o en cualquier herramienta que utilicemos. Solo debe guardar y aprender cómo llegar a ellas y listo. Lo que hace que nuestro cerebro reduzca lo que memoriza y la forma en que lo memoriza. El resultado, nuestra memoria a largo plazo se ve afectada.

Nuestro cerebro está inmerso en un sedentarismo extremo, recostado del internet y de todos estos avances tecnológicos que le ayudan a tomarse mucho tiempo libre para ver Netflix.

Esta realidad afectará más allá de todo esto. Si no somos capaces de recordar y dependemos mucho del internet para tomar decisiones, entonces la publicidad se tendrá que ir reinventando para que pueda seguir siendo efectiva. No es ningún secreto de que cuando un «millenial» está interesado en comprar un producto o contratar un servicio, lo primero que hace es buscar recomendaciones de sus amigos en redes sociales o preguntarle a su amigo Google.

Entonces,  ¿cómo podemos evitar o contrarrestar esto? pues tratando de reducir el uso de tecnologías para recordar cosas simples, leer más libros, escuchar y memorizar canciones, aprender otro idioma y parecería irónico, pero también, utilizando otras herramientas digitales que nos ayuden a estimular el cerebro, como los juegos para la memoria.