Americanos en la red de un tramposo
No todo el que sale a pescar es un buen pescador, y no todos los peces muerden todas las carnadas, por buenas que sean; aun así, a veces eligen morder la peor. En las elecciones generales del pasado mes de noviembre, el votante americano se comportó como aquel pez que vive en una laguna donde siente que los alimentos de su hábitat se han agotado; entonces se aferra a una carnada podrida, lanzada por un pescador mañoso, que busca, y logra atrapar, al “peje” haragán que no baja al fondo de su laguna en busca de alimento.
La carnada usada por Donald Trump para atrapar a sus votantes, víctimas de su propia ignorancia, fue llamar delincuentes a todos los inmigrantes que cruzan la frontera, quedando atrapados psicológicamente en ella mansos y cimarrones, ya que muchos de ellos también están siendo blanco de ataques, aun siendo ciudadanos nacidos en el país, con documentos legales o nacionalizados. El hombre show, después de haber sido condenado por 34 cargos criminales, jugó a la simulación, y ahora está imponiendo una agenda política que va mucho más lejos que el simple discurso de proteger la frontera. Es una pena decirlo, pero la ignorancia y desesperación han llevado al pueblo americano a un callejón sin salida. Hoy está atrapado por un pescador malicioso, insidioso, racista, xenofóbico, excluyente, manipulador, homofóbico, narcisista y engreído. Con aire de monarca o dictador.
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Las medidas tomadas por Trump en las primeras dos semanas de su segundo mandato, nos llevan por la ruta de quebrar todas las conquistas sociales logradas en los últimos 60 años. Estas colocan una sobrecarga a los inmigrantes latinos y personas de piel oscura y, adicionalmente, como consecuencia ulterior, visto desde el punto de vista de clase, también a la clase trabajadora en general, la misma que votó más del 60% por él, sin darse cuenta de que estaba quedando atrapada en su red diabólica.
La prohibición de que el Pentágono celebre los eventos alusivos al Día del Dr. Martin Luther King, el Mes de Historia de la Comunidad Negra, el Mes de la Mujer, la Recordación del Holocausto, el Mes de la Herencia Asiática, el Mes del Orgullo LGBT, Juneteenth, el Día de Igualdad de la Mujer, el Mes de la Herencia Hispana, el Mes de Reconocimiento a los Discapacitados, el Mes de la Herencia del Indio Americano y muchas otras celebraciones propias de la multiculturalidad de la nación americana, nos dice que su agenda no es simplemente capturar a criminales.
Según la oficina de protección de las fronteras -CBP, de los casi 11 millones de inmigrantes no autorizados que intentaron ingresar a los Estados Unidos entre octubre de 2019 y junio de 2024, más del 80% de los detenidos o a los que se les negó la entrada entre octubre de 2020 y junio de 2024, eran ciudadanos latinoamericanos. Un 25% provino de México, 8.9% de Guatemala, 8.5% de Honduras, 8.1% de Venezuela y 6.2% de Cuba. De ese total, solo 67,258 fueron condenados por casos de violación a las leyes internas, según el departamento de justicia. O sea, que solo el 0.61% del total de los 11 millones han sido considerados criminales.
Es evidente que Donald Trump y su equipo de supermillonarios ultraconservadores, con las decisiones tomadas, establecidas en su proyecto 2025, buscan imponerse como clase dominante fascista, para convertir al país en una nación de esclavos modernos, e imponer una ¨cultura americana¨ que, de hecho, no existe separada de las demás etnias, por ser esta una nación multiétnica y culturalmente diversa. Además, no hay manera de que esta idea encaje en la mente y la cotidianidad de la poblacióny, puesto que, solo como muestra de las tantas razones, podemos citar que aunque el inglés es el idioma oficial, y por ende, el más hablado, sus habitantes se comunican en más de 350 idiomas, de los cuales el español ocupa el segundo lugar en preferencias y uso de los hablantes para comunicarse.
Las medidas tomadas por Trump, hasta ahora, amenazan con llevar a la nación americana al caos, a la sublevación popular, a la confrontación entre sus habitantes conscientes y aquellos peces sonámbulos que no ven más allá de sus narices.
La trumpmanía apenas comienza. Los vientos huracanados, acompañados de nubarrones cargados de odio, fomentan tiempos difíciles para los estadounidenses. Tiempos en los que podría haber derramamiento de sangre innecesaria de mucha gente inocente. Hay que evitar llegar hasta esos extremos, exigiendo y promoviendo la unidad nacional.
Indudablemente, la situación no solo es confusa, sino que presenta un panorama político y económico del cual debería surgir la necesidad de una tercera opción de partido, a raíz del fracaso del liderazgo demócrata. Una tercera fuerza que retome las demandas populares, los derechos civiles, la distribución equitativa de los recursos federales y el reconocimiento de la existencia de una nación construida por la migración. Podría surgir una opción más radical: la separación de estados autosuficientes como California, Illinois y otros estados que aportan la mayor carga de impuestos federales, los cuales son usados para ayudar a aquellos estados republicanos pobres.
El 23% de los estadounidenses apoyaría que el estado en el que viven se separe de los Estados Unidos y se convierta en un país independiente, según una nueva encuesta realizada por YouGov a 35.000 adultos estadounidenses. La encuesta se realizó entre el 2 y el 5 de febrero de 2024. El panorama nos indica que son tres las salidas que podrían tomar los americanos ante la tendencia de dominación extremista del sector Trump: Aceptar la dictadura, lanzarse a las calles en reclamo de las libertades o la separación de la Unión de los estados más productivos.
*El autor es profesor y activista comunitario en la Ciudad de Nueva York
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