Almagro se malinterpretó él mismo

Almagro se malinterpretó él mismo

Almagro se malinterpretó él mismo

Osiris de León

Toda la comunidad dominicana, dentro y fuera de nuestra isla, quedó aturdida, al ver en la famosa cadena de televisión CNN, al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, cuando al responder una pregunta sobre el problema migratorio desde Haití hacia República Dominicana, dijo, sin ninguna vacilación,“Es una isla, y cuando es una isla no hay dos países, hay un solo país, aunque sea una isla grande como Australia”, a lo que el Gobierno dominicano respondió, inmediata y contundentemente, diciendo que Almagro es un ignorante de la geografía política mundial, y un desconocedor del pasado y del presente de la República Dominicana y Haití.

De inmediato, Almagro respondió en su cuenta de Twitter diciendo lo siguiente:“Llamé al diálogo a dos países que comparten una isla #RepDom #Haiti. Una interpretación distinta es tergiversación” asumiendo él que en nuestra nación vivimos en 1492 cuando nuestros indígenas aceptaban cualquier explicación de justificación que dijera el colonizador que viene de otra nación.

A seguidas, los defensores del criterio soterrado de que la sociedad haitiana debe ser gradualmente insertada por completo dentro de la sociedad dominicana, salieron a defender a Luis Almagro, diciendo que él había sido mal interpretado en su decir, cuando la realidad es que nadie malinterpretó el decir de Luis Almagro, pues Almagro se malinterpretó él mismo al decir lo que le ordenaron decir, y que él nunca debió decir, por ser el secretario general de la OEA, y como tal no debe plantear nada contrario a la constitución y a las leyes de ninguno de los países miembros de la OEA.

Desde hace décadas, muchos líderes políticos dominicanos se han atrevido a decir que grandes países vecinos han entendido que la única solución a la crisis social, política, económica y ambiental del vecino pueblo haitiano es la migración gradual hacia el territorio dominicano, donde todavía se puede vivir, pero cada vez que un político dominicano ha dicho eso, de inmediato ha recibido el bombardeo sistemático y mediático de quienes en esta nación han estado al servicio de la fusión de ambas naciones, y por tal razón, la única defensa de hoy es decir que Almagro ha sido malinterpretado, cuando en realidad el mensaje de Almagro fue claro, muy claro, y lo externó en CNN para que lo escucharan todos los países miembros de la OEA, consciente de que la parábola de buen pastor habla de tirar muchas semillas en el campo para que algunas caigan en suelo fértil y germinen.

Nadie nos va a convencer de que Almagro fue malinterpretado o tergiversado, pues para todos los que dedicamos algunos minutos a escuchar para luego pensar, quedó más que claro que ese concepto de una sola isla y una sola nación, expresado claramente por Almagro a través de la televisión, se ha manejado en cada reunión de la gran vecina nación donde se ha tocado el tema migratorio haitiano.

Quien se malinterpretó y quien se tergiversó fue el propio Luis Almagro, al olvidarse de que en su condición de Secretario General de la OEA nunca debió decir públicamente que esta “es una isla,y cuando es una isla no hay dos países”, pues desde 1844 aquí hay dos países con culturas distintas, con idiomas distintos, con religiones distintas, con economías distintas, con metas distintas y con resultados muy distintos, aunque los dominicanos siempre hemos respetado y ayudado a nuestros vecinos haitianos, pero como vecinos cercanos, y eso debe saberlo todo latinoamericano que haya tomado un curso de geografía elemental, pero muy especialmente debió saberlo el secretario general de la OEA, y deben saberlo quienes le pidieron, o le ordenaron, que dijera a la prensa internacional algo que desde hace décadas ellos quieren hacer desde el poder, y que es convertir a esta isla en una sola nación para que el pueblo dominicano sea quien resuelva el grave problema haitiano.



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