Alianza sin precedentes

Alianza sin precedentes

Alianza sin precedentes

Después de la división del Partido de la Liberación Dominicana, la situación política nacional cambió. El abc de la política enseña que si cambian las circunstancias también debe cambiar la táctica. Hoy el eje de la política de alianzas de cualquier fuerza opositora no puede ser el mismo de hace tres meses y estamos llamados a ser testigos de compromisos políticos y alianzas que antes eran insospechadas.

Conviene advertirlo para que el realismo y no la emoción dicte lo que más convenga al cambio con contenido. Recuerdo ahora el espanto que provocó en el movimiento de izquierda y en Juan Bosch la alianza propuesta en enero de 1969 por el Movimiento Popular Dominicano en su Conferencia Nacional “Hilda Gautreaux”.

Muchos de los que viven lanzando elogios a Maximiliano Gómez, pero se escandalizan si notan que alguna fuerza opositora da pasos audaces en busca de sumar fuerzas contra el adversario común, debieran recordar que ese mismo dirigente hizo un llamado a una alianza antibalaguerista que incluía a los cívicos y al general Elías Wessin y sus partidarios. Ambas fuerzas comprometidas en el golpe del 25 de septiembre de 1963, la muerte de Manolo Tavárez Justo y sus compañeros mártires en las montañas ese mismo año y en las masacres cometidas contra el pueblo en la Guerra de Abril de 1965, todo lo cual estaba demasiado reciente.

Los grupos de izquierda y Juan Bosch lanzaron rieles de punta sobre los emepedeístas que resistieron con firmeza a toda prueba aquellas andanadas. La vida se impuso y desde agosto de 1973, se vio entonces al grueso de la izquierda y a Juan Bosch unidos en el Bloque de la Dignidad Nacional con esas mismas fuerzas que antes rechazaron. Aunque ninguno de ellos, empezando por Bosch, tuvo el valor de autocriticarse por sus pronunciamientos anteriores ni hacerle el reconocimiento debido al MPD.

Hoy el objetivo común está identificado, el continuismo peledeísta, la única forma de enfrentarlo con posibilidades de éxito es sumar todas las fuerzas susceptibles de ser unidas contra él, en una alianza amplia, sin precedentes en los últimos años. Alianza electoral de fuerzas políticas, organizaciones sociales, y sectores conscientes de la sociedad, que se comprometan con un programa de reformas democráticas que le de sustancia y razón de ser al cambio. Cómo manejarse en esa alianza es cosa que debemos tratar oportunamente.



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