El período alto de la Semana Santa ha llegado. Jueves, viernes y sábado contienen, en realidad, el tiempo para la reflexión entre aquellos que deciden hacerlo, el de las vacaciones para quienes escogen divertirse o botar el golpe, y el del esparcimiento para los equidistantes de estos dos bandos.
Todos pueden hallar la ocasión desde hoy. Para los excesivos y sus víctimas, si las hay, las entidades de auxilio en casos de emergencias están en las carreteras y comunidades, los hospitales han hecho lugar en sus instalaciones y por todas partes se pueden ver avisos y consejos en carteles y banderas.
Las iglesias no tienen que hacer tanta propaganda porque se les supone en el centro de este período que alguna vez estuvo dedicado casi exclusivamente al recogimiento.
Quienes no son feligreses y que se mantienen al margen de las borracheras y las comilonas, también tienen opciones abiertas que pueden resultar interesantes, como pueden serlas el darse un paseo para apreciar la ciudad, o aprovechar la oferta de los museos en la Plaza de la Cultura, en la Capital, los cuales estarán abiertos de 10:00 de la mañana a 6:00 de la tarde jueves, sábado y domingo, con la promesa de una experiencia memorable.
Y como el tráfago de cada día impide a los que viven en las grandes ciudades, como el denominado Gran Santo Domingo y Santiago, apreciarlas en sí mismas, pasearse por las calles y las avenidas puede ser también una experiencia para recordar.