*Por Eulogia Familia
A raíz de que se identificó la entrada del Covid-19 en el país, las autoridades adoptaron una serie de medidas sanitarias que involucra lo económico y social, en busca de contrarrestar el avance del contagio en la población. Dichas medidas hasta la fecha han sido insuficientes para detener el empuje de la pandemia y por el contrario se ha ido incrementando el número de contagiados conllevando al fallecimiento incluso de profesionales de la salud.
Cierto que la aparición repentina del virus provocó improvisaciones en la aplicación de las políticas públicas, pero hubo también ignorancia sobre algunas vulnerabilidades a considerar en el confinamiento y en los riesgos para el trabajo, que conspiran a favor de la pandemia.
Veamos: de acuerdo al Indice de Pobreza Multidimensional de la República Dominicana (IPM-RD) un 21.4%de de los hogares dominicanos no tiene tuberías para agua y si a esto le sumamos los hogares que reciben el agua por horas, por días y otros que no la reciben aunque tengan tuberías,las cifras superan el 50%.
También estos hogares en gran medida carecen de recursos suficientes para comprar agua y los desinfectantes necesarios a que el virus obliga. Otro aspecto a resaltar es la convivencia familiar en hacinamiento donde los portadores del virus comparten el confinamiento sin agua y sin desinfectantes. ¿Cómo exigir a esa población que se lave las manos, use gel, higienice la ropa o convivan en distanciamiento? si carece de agua, medios económicos para adquirir desinfectantes y espacio para distanciamiento.
Mucho se comenta del incremento del contagio en los jóvenes y algunos les atribuyen responsabilidad, olvidando que los jóvenes son la mayoría de la población trabajadora y que aún cuando en las empresas se adoptan todas las medidas de protocolo para protección, estos están expuestos en el transporte público, pues con la apertura de una parte importante de las actividades económicas aumenta la demanda y a pesar de las disposiciones de distanciamiento éstas se violan por falta de unidades para satisfacer esa necesidad, sobre todo en horas pico, convirtiéndose en medio de contagio de la gente que trabaja.
Por otro lado, la República Dominicana carece de una política de atención en los cuidados, siendo éstas responsabilidades regularmente de las mujeres, ya sean remuneradas o no.
Los diferentes cuidados han sido las actividades económicas más activas para enfrentar el COVID, entiendase salud en general, trabajo domestico remunerado o no, alimentación, comercio de supermercado, fabricación de productos para la higiene y las mascarillas, guantes, medicamentos y otros insumos
Varios profesionales de la salud y de otras han perdido la vida por carecer de la debida protección para tener contactos con pacientes y clientes. También la no debida información sobre los riesgos del contagio, el stress y ansiedad por sobrecarga de trabajo especialmente en doble jornada, ya sea en teletrabajo en confinamiento o presencial así como las carencias económicas, han hecho presa de algunos trabajadores y trabajadoras que disipan las medidas y terminan transportando o dando cobertura de entrada del virus en su entorno, porque el agotamiento físico se sobrepone a la precaución, amen de que la pareja y los niños están en casa confinados sin ser parte activa involucrada en muchos casos de los procesos de prevención de riesgos.
Medidas a considerar:
a) Para contrarrestar la escasez de agua en los hogares frente a la necesidad de higiene permanente mientras conviven familiarmente, el gobierno debería incluir una partida para compras de desinfectantes a través del programa de transferencia condicionada para QUÉDATE EN CASA, para lo cual se necesitaría llegar a acuerdos con los proveedores, para que sea una obligatoriedad incluir un producto en gel para lavado de las manos y otro en spray para el ambiente y ropa.
b) En el transporte público debía incluirse en las horas pico nuevas unidades de asientos, puesto que las existentes eran insuficientes antes del virus y ahora con el distanciamiento se reducen los asientos por lo que hay que ampliar integrando más unidades al servicio de transporte público.
c) Declarar obligatorio el uso de mascarillas en vehículos privados cuando hay más de una persona ocupándole.
d) Establecer si es posible una alianza publico/privada que incluya las alcaldías para que provea de gel desinfectante a la población en general, poniendo al alcance de la gente bolsitas plásticas del producto en todos los lugares públicos, a fin de que cada dominicano tenga acceso a desinfectarse las manos dondequiera que esté. Las empresas pueden así promover sus productos o servicios en los impresos de esas bolsitas.
e) Establecer una campaña en los medios de comunicación en general TODOS/AS CONTRA EL COVID-19, que lleve mensajes positivos sobre la necesidad de asumir responsabilidades para evitar el contagio. Enfocarse en población joven, así como también para que los adultos en medio del confinamiento asuman los cuidados, en especial dirigido a las personas que están suspendidas del trabajo y que deben contribuir con los que trabajan tanto en el hogar, teletrabajo como presencial.
f) Promover que al personal de salud hay que protegerlo de los riesgos, llamando a la ciudadanía a que es evitando el contagio que pueden ser HÉROES VIVOS nuestro indispensables servidores sanitarios.
g) Debe haber una alianza público/privada, especialmente de las alcaldías para que las plazas de ventas públicas y vendedores informales tengan desinfectantes, permanente y practiquen el distanciamiento social necesario.
h) La integración Nacional y cohesión social que no se pudo lograr a tiempo y que el Presidente Electo Luis Abinader ha venido trabajando desde antes de las elecciones para enfrentar el virus, debería ser comenzando por el impacto en el núcleo familiar a través de la debida diligencia comunitaria y de todos los representantes sociales y políticos nacionales.
*La autora es Vice-Presidenta CNUS y miembro del Consejo de Administración de la OIT.