De acuerdo con un dato ofrecido por el presidente Luis Abinader, los daños dejados por la tormenta tropical Franklin, que empezó a sentirse en el país el martes de la semana pasada y lo atravesó de sur a norte el miércoles, se elevan a la suma 5 mil 100 millones de pesos.
Todavía, dijo el mandatario, no han sido cuantificados los efectos del meteoro en las empresas distribuidoras de energía eléctrica.
Franklin era ayer, y de acuerdo con los pronósticos lo será todavía hasta el jueves, un respetable huracán mayor con vientos sostenidos alrededor de su eje de 110 millas por hora o más.
Esto ocurre en aguas abiertas del océano Atlántico mientras se dirige con rumbo noreste, según meteorólogos.
A su paso por el país lo hizo con vientos de tormenta tropical, pero con un gran campo nuboso que provocó lluvias intensas en varias provincias.
Como parte de sus efectos deben ser incluidos tornados y una vaguada causantes, en un caso, de daños en platanares y en el otro de lluvias significativas que se hicieron sentir hasta el fin de semana pasado.
El dominicano tiene que integrar en su forma de vida la planificación de los establecimientos humanos y la resistencia de las viviendas. La permanente amenaza de las grandes tormentas tropicales y las lluvias abundantes que las acompañan así lo aconsejan.
Los efectos del cambio climático son una realidad cuantificable, sea por los períodos secos, como el que ahora afecta a una parte de Panamá con serias consecuencias sobre el tráfico de buques con sus cargas comerciales, como por la abundancia de lluvia y la potencia de los vientos de los huracanes.
Cinco mil cien millones es una suma considerable, no importa si muchos dominicanos apenas se enteraron del impacto de la tormenta sobre la agricultura, caminos, carreteras y redes eléctricas.
Alguien los pagará, de esto podemos estar convencidos.
