Santo Domingo.- Alfabetizar para crear una cultura de donación de órganos y tejidos en el país, que se eduque a la población sobre la importancia de esta acción, es uno de los principales desafíos que tiene el Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes (Incort).
La negativa familiar que ronda el 70 % al momento de solicitar la donación de órganos de un paciente con muerte encefálica, sigue siendo el mayor obstáculo para aumentar las cifras de trasplantes en República Dominicana y poder salvar vidas.
Así lo indicó el director del Incort, José Juan Castillos, quien dijo que en los casos de muerte encefálica, cuando el cerebro deja de funcionar, aunque el corazón continúe latiendo con ayuda de medicamentos y ventilación mecánica, un coordinador de salud identifica al posible donante, mantiene su estabilidad y entrevista a los familiares para solicitar la donación. Sin embargo, siete de cada diez familias se niegan a autorizar el procedimiento.

“Para que un país alcance un nivel aceptable de trasplantes con donantes fallecidos, debería registrar un promedio de 20 trasplantes por millón de habitantes, que en nuestro caso serían unos 200 a 220 trasplantes”, explicó Castillos, al participar en el Almuerzo Semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio. No obstante, agregó, el año con mayor cantidad de donaciones fue el pasado, con apenas 24, lo que equivale a 2.2 por millón de habitantes, mientras este año podría cerrar con alrededor de 1.2 por millón.
Hasta octubre, en el país se habían realizado 345 trasplantes, de los cuales10 fueron de donantes cadavéricos, 39 de donantes vivos, 56 renales, tres de hígado uno de ellos pediátricos, 271 de córneas y 15 de médula ósea.
El rol del Incort
De acuerdo con Castillos, la institución tiene la responsabilidad de ejecutar las políticas trazadas por el Consejo Nacional de Trasplantes, además de promover la donación de órganos, así como reunir y supervisar los centros de trasplantes, y administrar la lista nacional de espera de pacientes que necesitan un órgano para seguir viviendo.
José del Carmen Caraballo, encargado del Departamento de Coordinación Hospitalaria, informó que actualmente la mayoría de los trasplantes realizados en el país provienen de donantes vivos, práctica que inició en 1986. En cambio, los trasplantes de donantes fallecidos comenzaron hace apenas 18 años, lo que explica la menor incidencia de este tipo de procedimientos.
Lista de espera
Sostuvo que en la lista de espera hasta octubre de este año había unos 530 pacientes con necesidad de un trasplante de riñón.
Algunos casos son considerados de prioridad cero, como los de niños o pacientes en los que la diálisis ya no es viable, por lo que un trasplante inmediato representa la única posibilidad de supervivencia, pero aclaró que no existe un límite de tiempo en lista de espera: los pacientes permanecen en ella hasta ser trasplantados o fallecer.
El sistema de asignación de órganos considera varios criterios como la compatibilidad inmunológica, tiempo en lista, edad del receptor y edad del donante, buscando siempre una correspondencia adecuada para garantizar la viabilidad del trasplante.
Castillos reiteró que alfabetizar en cultura de donación es esencial para que el país pueda alcanzar los niveles de solidaridad y conciencia que se observan en naciones líderes como España, donde se registran 49 donaciones por millón de habitantes.
“Nuestro gran reto es educar, sensibilizar y romper los mitos. La donación de órganos salva vidas, y todos podemos ser parte de ese milagro”, enfatizó.
Donación puede salvar vidas hasta 8 personas
Cabe resaltar que la donación de un donante cadavérico podría salvar la vida de al menos ocho personas, situación que arrastra varios mitos que impiden que esto suceda con más frecuencia.
Uno de esos mitos es el rapto de personas para sacarle los órganos, lo que a juicio de Caraballo y el coordinador de trasplante hepático del Incort, Luis Pérez Méndez, es imposible, por las condiciones que deben darse para mantener los órganos en funcionamiento.
En ese sentido, Caraballo puntualizó que se investiga en el caso de donantes vivos no relacionados, con la finalidad de evitar el tráfico de órganos.
En tanto, Jiomar Figueroa, cirujano de trasplante hepático y renal y presidente del Colegio Médico de Cirujanos, explicó que el país avanza hacia la ampliación de programas de trasplante de otros órganos sólidos, ya que hasta ahora los más frecuentes son los de riñón y los de hígado.
“Además del riñón y el hígado, es posible trasplantar páncreas, corazón, pulmones e intestino. Ya estamos formando equipos especializados en el extranjero que regresarán al país para fortalecer estas áreas”, informó Figueroa.
Asimismo, el médico señaló que se pueden realizar trasplantes de tejidos, como córneas, médula ósea, huesos, cartílagos, piel y vasos sanguíneos, procedimientos que complementan los trasplantes de órganos sólidos y amplían las posibilidades terapéuticas.
Seguridad Social
Solo el trasplante renal es cubierto por la Seguridad Social en el país, con una cobertura de 3.5 millones desde noviembre de 2021, pero los recursos siguen siendo limitados en la materia.
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Yamer Javier
Periodista especializada en la fuente de salud. Máster en Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas,