Alertas ginecológicas, ¿cuándo hay que acudir a emergencia?

Alertas ginecológicas, ¿cuándo hay que acudir a emergencia?

Alertas ginecológicas, ¿cuándo hay que acudir a emergencia?

Reconocer la diferencia entre una atención médica de emergencia y una de urgencia puede ser un poco confuso para las pacientes, porque ambos términos implican que hay una necesidad médica que debe resolverse rápidamente.

Sin embargo, existen diferencias específicas entre ambas.

Miguel Montalvo, ginecólogo de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat) y Rudeily Reyes, residente de ginecología y cirugía pélvica avanzada, dicen que una emergencia es una condición que requiere atención médica inmediata, donde existe una amenaza para la vida y la salud.

Esta se manifiesta mediante síntomas agudos de suficiente gravedad, como para que se crea razonablemente que, en ausencia de atención médica inmediata, daría lugar a diferentes situaciones como poner en peligro grave la salud de la persona, deterioro de las funciones corporales o disfunción considerable de cualquier órgano o parte de cuerpo.

Por el contrario, una condición urgente es aquella que no pone en peligro inmediato la vida de la paciente, pero que requiere atención en un periodo de tiempo determinado (24 a 48 horas).

Cualquier afección urgente puede convertirse en una condición emergente; por lo tanto, la clasificación y la evaluación precisa son esenciales para orientar un tratamiento oportuno.

Las emergencias
“Las emergencias ginecológicas, en su mayoría, se presentan como abdomen agudo, cuyas causas pueden ser muy variadas y constituyen un síndrome clínico, conformado por variados signos y síntomas, producto de patologías de diversas etiologías, cuyo síntoma más frecuente es el dolor focalizado en el abdomen inferior, con deterioro progresivo, dada la naturaleza de su presentación, de inicio agudo o súbito, aparece en plena salud o agravando un estado previo, de evolución rápida y progresiva”, destacan ambos doctores.

Se trata de una emergencia y la clave para su manejo está en el diagnóstico adecuado y precoz. Puede acompañarse de cuadros hemorrágicos o no.

En este punto, destacan que es importante considerar que en el abdomen agudo ginecológico el pronóstico del cuadro depende del tiempo transcurrido entre el inicio de la sintomatología y el tratamiento.

Además, no siempre requiere un manejo quirúrgico, por lo que el diagnóstico casual y diferencial adquiere mayor importancia. Las características que determinan la urgencia de los sangrados se basan en la cantidad e intensidad de la hemorragia.

Todo aquel sangrado que sea superior a una menstruación habitual puede ser motivo para acudir a un servicio de emergencia ginecológica.

Explican que el dolor abdominopélvico se relaciona con diferentes sistemas de origen ginecológico, urinario, gastrointestinal, musculoesquelético y nervioso, quedando en la responsabilidad del ginecólogo determinar su procedencia, mediante una evaluación que incluya historia clínica, examen físico, soportes de laboratorio e imágenes diagnósticas, con la finalidad de ofrecer un manejo oportuno, el cual puede terminar con resolución quirúrgica, ya sea con cirugía abierta (laparotomía) o mínimamente invasiva, siendo la laparoscopia especialmente útil en casos de cirugía de urgencia.

Muy frecuentes
Los doctores continúan diciendo que estas emergencias son imprevisibles. Son relativamente frecuentes e incluyen: embarazo ectópico, que significa que el huevo (óvulo fecundado) se ha implantado en un sitio distinto del útero, generalmente el 90 % corresponden a embarazos en las trompas uterinas.

Al crecer el huevo implantado se produce una rotura de la trompa que no puede albergarlo.

Es una emergencia vital puesto que se produce una hemorragia que puede ocasionar daños irreversibles.
La intervención terapéutica en una etapa inicial y los avances en los tratamientos quirúrgicos y médicos hacen posible el tratamiento conservador en las pacientes que desean fertilidad a futuro.

Si hay hemorragia
Los médicos continúan hablando de la hemorragia o rotura de un quiste ovárico (folicular, luteinico, endometriósico) y dicen que actualmente, la cirugía endoscópica se ha convertido en el pilar del tratamiento quirúrgico de esta entidad y un complemento en el diagnóstico.
Aseguran que cualquier estructura quística presente en los órganos reproductivos puede presentar durante su evolución una hemorragia.

Los quistes que con mayor frecuencia presentan esta complicación son ováricos funcionales, lúteo, endometriomas y tumores benignos o malignos.

La hemorragia causada por la rotura de estos hacia la cavidad abdominal ocurre en aproximadamente un 5% de los casos. Habitualmente se sospecha frente a un cuadro de dolor abdominal en el período periovulatorio, de inicio brusco y magnitud variable.
Tratamiento urgente

Otra condición de emergencia, es cuando se produce la torsión de uno de los anexos, esta corresponde a aproximadamente un 2,7 % de todas las emergencias ginecológicas.

Esto ocurre mayormente en presencia de quistes o masas anexiales, y se trata de un hecho que requiere tratamiento urgente para prevenir la afectación y pérdida funcional del anexo.

Los especialistas refieren que hay otras estructuras que pueden sufrir torsión sobre sus pedículos, tales como miomas pediculados y los quistes paratubarios.

Otras emergencias incluyen también endometriosis, proceso inflamatorio pélvico, absceso tuboovarico y síndrome de hiperestimulación ovárica.

 

Cuando ir a la emergencia
1- Dolor abdominal pélvico repentino (quistes ováricos, hemorrágico, roto).

2- Dolor abdominal pélvico súbito, sospecha de embarazo (ectópico, aborto).
3- Sangrado transvaginal, sospecha embarazo (aborto, embarazo ectópico).
4- Sangrado transvaginal con volumen fuera de lo normal y prolongado (mioma abortivo, endometriosis profunda, cáncer).
5- Dolor abdominal pélvico después de tratamiento médico por infertilidad.



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