La canciller Angela Merkel, que antes de las elecciones del 22 de septiembre dijo que revisar la ley de energías renovables del país era su primera prioridad, planea cerrar los nueve reactores nucleares de Alemania en el curso de una década, reemplazando el suministro de 24 horas por centrales solares y eólicas intermitentes.
Aun cuando el cambio energético de 757,000 millones de dólares eleve la producción de energías renovables del 23 por ciento actual al 35 por ciento del suministro total para 2020, Merkel tendrá una mayor dependencia que nunca de los combustibles fósiles para proveer de energía a la mayor economía de Europa en los días nublados y sin viento.