Santo Domingo.–Sin ser presentado, y acompañado de nueve músicos y tres coristas, el “Potrillo”, como se le conoce a Alejando Fernández, demostró una vez más su calidad vocal y buena música, que a través de los años lo ha situado como ídolo de multitudes, en su mayoría mujeres.

Cuando el reloj marcaba las 9:15 de la noche se apagaron las luces y las tres pantallas gigantes, situadas estratégicamente, mostraron al astro de la música mexicana en el estadio Quisqueya, con la canción “El señor es así”, iniciando de esta manera el concierto “Confidencias Word Tourd”, bajo la producción de la empresa SD Concerts, que preside Saymon Díaz.

Su vestimenta

Vestido de traje negro y camisa blanca, en un escenario imponente y con buena luminosidad, saludó de extremo a extremo al público presente, sobre todo, las gradas, espacio que estaba lleno casi en su totalidad desde tempranas horas de la tarde.

Cuando sonaron los primeros acordes de la banda que le acompañó con “Se me va la voz”, arrancó el griterío del público, en su mayoría mujeres, acompañando hasta el final a un Fernández que cantó la mayor parte de las canciones apoyado en un bastón.

“Buenas noches, cómo estás Santo Domingo, República Dominicana. Es un verdadero placer estar con todos ustedes, sé que ha sido muy larga la espera, pero aquí estamos nuevamente de regreso, entregando alma, corazón y vida arriba del escenario. Me siento muy bien de estar aquí estrenando “Confidencias y show”.

Luego continuó con “Que voy hacer con mi amor”, “Ave de paso”, “Hoy tengo ganas de ti”, “Canta corazón” y “Te amo mi vida”.

Con el público

Al interpretar la canción “Cóncavo y convexo”, de Roberto Carlos, expresó: “Qué vamos hacer mujeres, vamos a desahogarnos, porque habemos hombres que no podemos estar con una mujer, pero tampoco podemos estar sin ella”.

Siguió con “Mátalas” y “Desahogo”.

Aunque un poco ronco, esto no impidió al artista dejar satisfechas a las más de quince mil personas que asistieron al concierto,
En la segunda parte del show, Fernández reapareció en el escenario vestido de charro mexicano y acompañado del Mariachi Raudo de México, compuesto de once músicos, arrancando gritos desenfrenados de las chicas al ver su figura bien formada bajo el traje, interpretando un popurrí de canciones mexicanas.

“Pensaron que me había olvidado del traje de charro, ¿cómo se puede olvidar algo que es mi esencia, raíz? México necesita de gente, valor y fuerza, folclor y el empeño, para dejarles a las nuevas generaciones buenos valores”, siguiendo con “Que lastima”, “Mujer” “Tu no Sabes”, “Abrázame” “Loco”, “No”.

“Nube viajera”, y “Tantita pena” fueron sus últimas canciones para finalizar una noche llena de recuerdos que permanecerá en los corazones de sus seguidores quienes disfrutaron de un repertorio de 27 cortes musicales .