Aunque todos conocemos las limitaciones que desde hace algún tiempo experimenta el veterano Albert Pujols, su contratación por parte de los Cardenales de San Luis, su equipo original, trae consigo felicidad para los que todavía entienden que podría tener una buena campaña en 2022, lo que lo acercaría a los 700 cuadrangulares.

La llegada a los Pájaros Rojos podría constituir un incentivo en el plano sicológico, lo que será un motivo para dar lo mejor de sí, cuando ya está en la postrimería de su carrera.

Creo que si lograra acercarse a los 700 jonrones, es muy probable que lo mantengan en sus filas en 2023, a pesar de que estaría rondado los 43 años de edad.

Sin embargo, como el béisbol es un negocio como otro cualquiera, si su rendimiento no es mínimamente lo esperado, es seguro que le den de baja, porque en esta actividad el romanticismo no existe, se lo lleva la marea.

Y Pujols sabe esa máxima al pie de la letra, por lo que su misión es dar el todo por el todo por lograr ese objetivo, jamás por obtener unos dos o tres millones de dólares, porque ya ha ganado lo suficiente para retirarse sin problemas.

La crisis sigue latente

Aunque en los últimos dos meses se había aplacado, por lo menos en apariencia, la crisis interna en el Comité Olímpico, en los últimos dos días vuelven a rebrotar los conflictos.

El dirigente que más “agita” sobre los males que supuestamente están presentes en el seno de esa entidad es su vicepresidente Luis Chanlatte, quien en varios documentos ha pedido la suspensión de la asamblea del COD, hasta tanto no se aclaren una serie de anomalías que se han venido cometiendo en el manejo de recursos económicos que ha aportado el gobierno.

Es importante que el presidente del organismo, Antonio Acosta hable claro sobre lo que viene o está pasando allí, porque llegó la hora de poner las cosas en el lugar correcto, y mientras se siga con las especulaciones sobre el mal manejo de las finanzas sin que diga lo contrario, no hay forma de lograr un entendimiento.

El deporte dominicano no puede seguir transitando por un camino tan pedregozo.