París. – El delegado permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), dijo hoy que América Latina y el Caribe, es la región de la diversidad por excelencia, el gran territorio del mundo donde se han podido establecer y vivir todas las razas y pueblos del planeta.
El diplomático dominicano se expresó en esos términos, tras pronunciar el discurso de apertura de la Semana de América Latina y del Caribe, donde participó en su calidad de presidente del Grupo del Grupo de Países de América Latina y del Caribe (GRULAC).
El acto estuvo encabezado por la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
El embajador Mateo, sostuvo que, “como lo refleja el paseo por estos pasillos de la UNESCO, la historia, en su azar inexplicable, nos convirtió en esa gran patria de todos, en esa tierra donde al destino se le exigía más. La misma historia, sin embargo, nos relata que el camino de nuestra América Latina y El Caribe ha sido tortuoso, sangriento y marcado por el saqueo colonialista de antiguos regímenes imperialistas europeos”.
El representante del país ante ese organismo de las Naciones Unidas, dijo que, “nuestra cultura es fuerte, y será más fuerte aún si la difundimos y proponemos los valores de su rico mestizaje, de sus raíces indígenas y afrodescendiente, de su música, ritmos y bailes típicos, de sus lenguas y acentos dulcísimos, de sus gastronomías orgánicas, salidas de la tierra y la agricultura, de sus costumbres nobles y hospitalarias”.
“Si seguimos siendo nosotros, auténticamente nosotros, no pereceremos”, valoró el diplomático dominicano.
“Nuestros pueblos indígenas, sin embargo, lucharon y defendieron sus tierras, y sembraron las semillas de lo que, siglos más tarde, serían las guerras de independencia en todo el territorio de América Latina y El Caribe”, puntualizó.
Del mismo modo, recordó que, “América Latina y El Caribe lograrán sitiarse en la cima de su realización histórica si conserva, protege, promueve y defiende su cultura”.
Finalmente, se refirió al gran erudito y escritor dominicano, Pedro Henríquez Ureña, de quien destacó que, “su trabajo intelectual lo llevó a residir en México, Cuba, Estados Unidos y Argentina, soñó y quiso siempre, a través de sus libros, dotar a nuestra región latinoamericana y caribeña de una nueva vocación espiritual, y con dicha nueva vocación, también la búsqueda de un nuevo destino que revalorizase nuestro ser latinoamericano y caribeño”.