Un trabajador limpia dentro de la catedral de San Marcos en el centro de El Cairo tras un atentado el domigno 11 de diciembre de 2016. (Omar El-Hady via AP)
EL CAIRO, Egipto— Una explosión golpeó el domingo la principal catedral cristiana copta en El Cairo, matando a 25 e hiriendo a otras 35 personas, según indicó la televisora estatal de noticias, en uno de los atentados más mortales contra esta minoría religiosa en la historia reciente.
El ataque se produjo dos días después de que otra bomba en la ciudad matara a seis policías, un ataque reivindicado por un grupo poco conocido que según las autoridades está relacionado con la ilegalizada Hermandad Musulmana. Los milicianos islamistas han atacado a cristianos en el pasado, en sucesos como un atentado en Alejandría en el día de Año Nuevo de 2011 en el que murieron al menos 21 personas.
Un agresor lanzó una bomba hacia una capilla contigua al muro exterior de la catedral de San Marcos, indicó la agencia oficial de noticias MENA. El templo es la sede de la Iglesia cristiana ortodoxa egipcia y hogar de su líder espiritual, el papa Tawadros II.
Sin embargo, testigos del suceso dijeron que la explosión podría haberse debido a un artefacto explosivo colocado dentro de la capilla. Las versiones contradictorias son habituales poco después de los ataques.
Un periodista de Associated Press que llegó al lugar poco después de la explosión vio bancos manchados de sangre y fragmentos de cristal repartidos por el suelo de la capilla. Hombres y mujeres lloraban y se lamentaban ante la capilla.
«Encontré cuerpos, muchos de mujeres, tumbados en los bancos. Era una escena horrible», dijo Attiya Mahrous, trabajador de la capilla y que acudió corriendo a la capilla cuando oyó la detonación. Tenía la ropa y las manos manchadas de sangre y el cabello cubierto de polvo.
Nadie reivindicó el atentado del domingo en un primer momento.
Egipto ha sufrido una oleada de ataques islamistas desde que el Ejército derrocó en 2013 al presidente islamista Mohammed Morsi, elegido libremente en las urnas y que pertenecía a la Hermandad Musulmana. Muchos de los seguidores de Morsi culparon del golpe de Estado a los cristianos y varias iglesias y propiedades de cristianos fueron saqueadas a continuación.
Las autoridades han lanzado en los últimos años una gran campaña de persecución, encarcelando a miles de personas, en su mayoría disidentes islámicos, y matando a cientos en choques iniciados con manifestaciones.