Los partidos dominantes en el ambiente político de estos tiempos conservan una fijación por las organizaciones sociales de base que les eran propias hace unas cuantas décadas, cuando se desenvolvían en rol de opositores y el control de las más altas instancias de poder estaba en manos de los entonces denominados conservadores.
Agrupaciones de transporte, de obreros, médicos, enfermeras, maestros y cuantas pudieran surgir al abrigo de alguna actividad importante eran del interés de partidos o agrupaciones políticas que con el tiempo han alcanzado las cimas de poder que se pueden lograr desde la política, y en algunos casos hasta de la economía.
¿Se podía decir que al partido de Joaquín Balaguer no le interesaba el control de los gremios de profesionales o de los sindicatos?
Tal vez no se sentía inclinado a esa vertiente de la política ligada estrechamente a lo social en una época de profundas motivaciones ideológicas, o quizá prefería centrar sus esfuerzos en otras formas del poder, pero existen indicios de que no las despreciaba.
Ahora es de otra manera y como muestra pueden ser revisados nombres y afiliaciones de las planchas que tercian en las anunciadas elecciones de la Asociación Dominicana de Profesores para los primeros días de octubre.
Se hace notable la presencia de una plancha vinculada al Partido de la Liberación Dominica, otra al Partido Revolucionario Moderno y una tercera a Fuerza del Pueblo, los tres partidos principales, de acuerdo con los resultados de las consultas electorales de mayo y febrero pasados.
El interés de organizaciones políticas con presencia en las más altas instancias del poder, o con su control, está en la base del descalabro del gremio profesional de los abogados.
Son otros tiempos, con redefiniciones de lo social en la política, pero en los altos niveles de los partidos de hoy permanece la fijación por estas organizaciones tal vez sin una razón de peso.
Con el antecedente del gremio de los abogados a la vista, esperemos que la ADP salga bien librada de las anunciadas elecciones.