SANTO DOMINGO.-En el último tramo de la serie regular todo luce estar definido, excepto que las Águilas Cibaeñas y los Toros del Este están vivos por las matemáticas.

Los Gigantes del Cibao (28-17) dominan fácilmente la tabla de posiciones. Le siguen las Estrellas Orientales (24-20), los Leones del Escogido (23-23) y los Tigres del Licey (22-23). Fuera de ese cuarteto están las Águilas Cibaeñas (20-26) a tres juegos y medio de los azules, quedándoles apenas cuatro partidos por celebrar.

Gilbert Gómez, de frente, está dirigiendo al Licey en esta etapa.

En el sótano están los Toros del Este (18-26) a tres juegos y medio de los añiles. Los Toros jugaban ayer con las Estrellas y una victoria de ellos lo colocaba a tres juegos, pero restándoles tres. En cambio una derrota de los Toros lo colocaba a cuatro juegos y los eliminaba definitivamente.

La situación de las Águilas es muy similar a la de los Toros, porque se encuentran a dos juegos y medio, teniendo en los cuatro juegos que les restan de frente a las Estrellas y a los Gigantes.

Para las Águilas alcanzar a los Tigres tienen que combinar tres victorias, con tres derrotas de los añiles, algo que luce difícil, pero no imposible.

Si podría ser un punto beneficioso para las Águilas es que no jugaron bien en su casa (9-15) y de los cuatro sólo uno es en el estadio Cibao.

Mientras que los Tigres sólo tienen que combinar una victoria con una derrota de las Águilas para dejarlas fuera, ya que caerían a tres juegos y medio, restándole tres juegos.

Los Tigres tienen a su favor que los cinco juegos que les restan son los Toros (2), Escogido (2) y uno con las Estrellas, que se realizará si es necesario.
El panorama de la vuelta regular luce definido y solo un milagro haría que Gigantes, Estrellas, Escogido y Licey no sean los que disputen el round robin.

Competencia

— Consuelo
Aunque las Águilas están al borde de la descalificación colectivamente están mejores que el Licey en la ofensiva. En bateo, las Águilas son segundos en la Liga, con .262; el Licey es quinto .237. En picheo los dos están mal.