Cuando el mundo padece el sinsentido de la guerra, que envía el devastador mensaje de que no hemos avanzado como especie, que todavía se impone la parte primitiva (más cerca del animal que del humano), de la desconfianza y los intereses personales y grupales, por encima de los colectivos, pasa inadvertido “El Día Mundial del Agua”, que nos recuerda que existe un problema real, que afecta a todos los pueblos del mundo, a unos más que otros, pero que al final, como somos parte de una “aldea global”, repercutirá en todos por igual.
El más importante y necesario recurso del planeta no es el oro negro, sino el oro azul. Si bien los combustibles fósiles y sobre todo el petróleo han determinado el estilo de vida del hombre desde hace dos siglos, el agua ha sido siempre y seguirá siendo vital. Se puede vivir sin petróleo, sin agua es imposible .
Sin desdeñar la importancia del petróleo como fuente de energía, debemos prestar mayor atención al agua, que es vida, no sólo porque calma la sed, sino porque también de ella dependen la agricultura y la industria. Aunque en apariencia existe mucha agua, la verdad es que no, ya tenemos una crisis global del mal llamado “bien libre” .
Cada 22 de marzo se conmemora el “Día Mundial del Agua”, propicio para que reflexionemos acerca de su importancia, de que debemos ir asumiendo este asunto con mayor responsabilidad, porque de lo contrario llegará el momento en que las guerras serán por el recurso vital y sus batallas tendrán como escenario un planeta sediento.
En un estudio dado a conocer por el “2020 Ecological Threat Register”, hoy, casi 3000 millones de personas en todo el mundo viven en países con un alto o extremo riesgo de quedarse sin agua en los próximos 30 años. Son países como India, con una población de 1400 millones de habitantes, todo el llamado oriente medio y países árabes, Turquía, Grecia, Italia, España, Portugal, entre otros.
En América Latina, Chile y México entran en esta lista. China, Australia, Sudáfrica, Cuba, Perú y Venezuela, se ubican en riesgo medio. En EEUU, Rusia, Argentina, Bolivia y la República Dominicana, el riesgo es bajo. Canadá y Brasil encabezan la lista de países donde el riesgo es muy bajo, también Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, los países nórdicos y toda el África subsahariana.
Evitemos hoy las guerras del futuro, unámonos como sociedad global para enfrentar ese problema .
En la República Dominicana, aunque como vimos, el riesgo no es alto, tenemos que gestionar bien nuestra agua. El Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI) tiene la responsabilidad técnica, aunque la responsabilidad moral e iniciativas es de todos. Adelante.