Santo Domingo.-El pasado mes de julio fue registrado como el más caluroso del que se tiene registro, según el Goaddard de Estudios Espaciales (GISS por sus siglas en inglés) de la NASA, sin embargo para República Dominicana esa situación se ha extendido en agosto y se espera que continúe así hasta entrada la primavera.
Es decir, que si se ha sentido calor en todos estos días, las semanas venideras serán más intensas, agravado por un aumento de la sensación térmica debido a la presencia de los polvos del Sahara.
La directora de la Oficina Nacional de Meteorología, Gloria Ceballos, señaló que a finales de agosto empieza a reducirse la incidencia de los polvos del Sahara, pero en lo que resta del mes seguirá incidiendo en la región del Caribe.
Las altas temperaturas registradas en muchos países desarrollados ha hecho que al fenómeno global denominado “cambio climático” se le conozca más como “calentamiento global”.
Esto así porque aunque el fenómeno implica cambio de los patrones climatológicos (varían las épocas de lluvias, inviernos más largos, inundaciones, lluvias intensas, períodos prolongados de sequías) el efecto más permanente y global es el aumento de las temperaturas.
República Dominicana se encuentra entre las diez naciones más afectadas por el cambio climático por su condición de país insular dependiente de un turismo sustentado en las playas. Entonces, ha de esperarse que tampoco escape de las altas temperaturas.
En las próximas semanas se esperan las más altas temperaturas en el Atlántico y el Caribe, las dos masas marinas que arropan la isla de Santo Domingo, con una sensación térmica que pudiera superar los 40 grados con mucha frecuencia debido a la masa de polvos del Sahara que se desplaza por la región.
Así como el mundo sintió las más altas temperaturas en julio (según la NASA fue 1.1 grados centígrados más cálido que el promedio entre julio de 1951 y 1980) para los dominicanos lo más fuerte está por llegar.
Tendencia
— Invernadero
Según la Nasa, el registro de julio es una tendencia a largo plazo de calentamiento causado por las actividades humanas e impulsado por las emisiones de gases de efecto invernadero evidente en las últimas cuatro décadas.