El dilecto amigo y doctor Wilfredo Mora, presidente de la Sociedad Dominicana de Criminología, me recuerda que el mes de agosto es una de las tres fechas del año en que, por disposición constitucional, se pueden conceder indultos a los presos (o internos, como se dice ahora).
Las otras fechas, aparte del 16 de agosto, aniversario de la Restauración de la República, son el 23 de diciembre, con motivo de la Navidad, y el 27 de febrero, Día de la Independencia.
Al mismo tiempo, Wilfredo me trransmite una serie de reflexiones que quiero compartir con mis lectores.
Lo primero es que el Gobierno tiene que saber indultar a sus prisioneros. El indulto sólo debe emplearse para penas largas, cumplidas las tres cuartas partes de la condena.
Los indultos agrega Mora- sirven para rescatar al condenado del tiempo final de la condena, logrado por la buena conducta del penado y porque no representa un perjuicio al volver a la sociedad.
El fracaso de los indultos, según el parecer del especialista citado, se debe a que el sistema los ha confiado a notables de la sociedad y no a la Comisión de Vigilancia, Evaluación y Sanción, según lo manda la ley.
Por otra parte, se sugiere que los nombres de los candidatos a ser indultados se publiquen dos o tres semanas antes de la fecha del indulto, porque de esa manera se pueden detectar posibles errores y se puede, además, admitir impugnaciones de la ciudadanía.
Estamos en el momento preciso para hacer estas reflexiones y ojalá que las mismas sean tomadas en cuenta por el Poder Ejecutivo a la hora de firmar el decreto correspondiente.