En un mundo donde la comunicación es clave para el progreso y la cohesión social, los comunicadores tenemos un papel fundamental. Desde periodistas hasta expertos en relaciones públicas y medios digitales, nuestra responsabilidad trasciende más allá de informar o promover productos.

Somos los arquitectos de la percepción pública, los narradores de historias y los mediadores de diálogos que moldean las mentes y los corazones de las personas.

Con más de 30 de años de ejercicio profesional, al celebrar los 14 años de Encuentros Interactivos, siento que es más que una ocasión festiva; es un recordatorio de nuestro compromiso con la sociedad y con las nuevas generaciones.

En nuestro evento del pasado miércoles, con la participación de Esperanza Ceballos y Gary Merson, dominicanos en la cadena Univisión Nueva York, hice un llamado de atención sobre la necesidad de más plataformas similares enfocadas en el aprendizaje, networking y conexión.

En el salón Bruselas del hotel Catalonia Santo Domingo quise que mis palabras resonaran como un eco en las mentes de los presentes, que vieramos que nuestra responsabilidad como comunicadores va más allá de comunicar.

Nuestros dones, habilidades y talentos no son meras casualidades, son regalos que debemos utilizar con sabiduría y responsabilidad.

Somos privilegiados de tener la capacidad de influir en la opinión pública, de inspirar cambios y de fomentar el diálogo constructivo.

Pero con este privilegio viene una gran responsabilidad: la de usar nuestras habilidades para el bien común, para el avance de la sociedad y para el empoderamiento de las nuevas generaciones.

En un mundo cada vez más interconectado, donde la información fluye constantemente a través de diversas plataformas y canales, nuestra labor como comunicadores se vuelve aún más crucial.

No sólo debemos ser guardianes de la verdad e integridad en un mar de desinformación, sino que también debemos ser catalizadores del cambio positivo. Crear espacios donde el conocimiento sea accesible, donde las ideas se compartan y las conexiones se fortalezcan.

Generaciones de hoy y mañana
Mi llamado a aportar no debe pasarse por alto. Debemos ser activos participantes en la construcción de plataformas de aprendizaje, networking y conexión, así como compartir nuestros conocimientos, experiencias y recursos para nutrir y capacitar a las nuevas generaciones de comunicadores.
Nuestra labor como comunicadores va más allá de las palabras que escribimos o las opiniones que generamos. Se trata de cultivar un sentido de comunidad, de inspirar el cambio y de construir un mejor futuro. Más que nada en estos tiempos, debemos recordar el poder transformador de la comunicación y comprometernos a utilizarlo para el bien mayor. Es nuestra responsabilidad como profesionales.