El presidente Luis Abinader ha anunciado que participará en la próxima jornada del 15 del septiembre del diálogo con el liderazgo nacional para discutir trece reformas estructurales.

En la primera ocasión, que fue el pasado, el gobernante se hizo representar por la vicepresidenta Raquel Peña en virtud de que fue un acto protocolar y para definir la metodología de los trabajos.

Sin embargo, en los próximos encuentros Abinader asistirá como figura máxima del Gobierno y cuando se presentarán los borradores de las reformas que serán discutidas.

Sin embargo, representa una contradicción lo dicho por el mandatario de que el Gobierno tiene su propia agenda. Si es así, salta la siguiente pregunta: ¿para qué se convoca al diálogo?

Ya el PLD advierte que ese diálogo es una “cortina de humo” para entretener a la oposición y a la población.