El ejército estadounidense finalizó este lunes su retirada de Afganistán, después de una misión que duró casi 20 años.
El último avión militar estadounidense, un C-17, despegó del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul a las 15:29 hora del este de EE.UU. (19:29 GMT, medianoche en Kabul).
Entre sus pasajeros estaba el embajador de EE.UU. en funciones, Ross Wilson.
«La retirada de esta noche significa tanto el final del componente militar de la evacuación como el final de la misión de casi 20 años que comenzó en Afganistán poco después del 11 de septiembre de 2001″, dijo el general Frank McKenzie, que supervisó el operativo.
El mayor general Chris Donahue, comandante de la 82ª División Aerotransportada, fue el último miembro del ejército de EEUU. en salir de Kabul.
McKenzie hizo el anuncio desde el Pentágono después de que las últimas tropas enviadas para evacuar a estadounidenses y afganos en riesgo tras el regreso del Talibán al poder despegara desde Kabul.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se dirigirá a la nación este martes para explicar su decisión de no prolongar la presencia de sus tropas en Afganistán.
El mandatario dio las gracias a todos los implicados en las tareas de evacuación en los últimos 17 días y recordó a los 13 soldados estadounidenses que murieron en un ataque con bomba en el aeropuerto de Kabul la semana pasada.
Por su parte, el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció en un discurso desde Washington el traslado de la misión diplomática estadounidense en Afganistán a Qatar tras la culminación de la retirada.
Una nueva era comienza en Afganistán
Por Barbara Plett Usher, BBC News Wilmington
Después de 20 años, la guerra en Afganistán ha terminado.
El principal comandante militar de Estados Unidos en la región, el general Kenneth McKenzie, dijo que el último avión C17 había salido de Kabul con el embajador de Estados Unidos a bordo.
Así terminó una operación masiva para evacuar a más de 120.000 personas en poco más de dos semanas: estadounidenses, extranjeros y muchos afganos.
Pero dejó a su paso el tipo de tragedia que marcó al país durante la guerra.
El Pentágono dijo que está investigando informes de un ataque con un dron dirigido a un posible atacante suicida en las últimas horas de la operación y que dejó al menos 10 civiles muertos.
El general McKenzie señaló que a pesar de que la misión militar terminó, la tarea diplomática para ayudar a aquellos que no pudieron salir antes de la fecha límite continúa.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que espera que los talibanes mantengan sus promesas de dejar que la gente se vaya, incluidos los afganos que apoyaron la guerra.
También estableció en términos generales las expectativas sobre la lucha contra el terrorismo, los derechos humanos y el acceso humanitario, uniéndose en un conjunto de reglas básicas para participar en esta nueva etapa en Afganistán.
«Angustia de la partida»
En las últimas semanas, Estados Unidos evacuó a unas 120.000 personas -estadounidenses, afganos y de otras nacionalidades- de la capital afgana.
McKenzie enfatizó que el costo de la misión total fue alto, con más de 2.400 militares estadounidenses muertos en dos décadas.
También rindió homenaje a los 13 soldados estadounidenses muertos en un atentado suicida reivindicado por ISIS-K, la rama afgana del autodenominado Estado Islámico, en el aeropuerto de Kabul la semana pasada y dijo que su sacrificio debe ser honrado.
«Hay mucha angustia asociada con esta partida. No sacamos a todos los que queríamos sacar. Pero yo creo que si nos hubiéramos quedado otros 10 días, no habríamos conseguido evacuar a todos», dijo McKenzie.
Cuando las últimas tropas estadounidenses se retiraron de Kabul, se escucharon los disparos de celebración de las fuerzas pro-talibanes sobre la capital afgana.
En los 20 años de presencia estadounidense en Afganistán, más de 800.000 militares estadounidenses y 25.000 civiles prestaron servicio en el país.
Millones de afganos se quedan en la incertidumbre
Por Lyse Doucet, jefa de corresponsales internacionales, BBC
Incluso después de 40 años de guerra, no creo que los afganos hayan vivido una transición tan incierta, tan envuelta en la oscuridad y tan nublada por el miedo como esta.
Existe una gran incertidumbre sobre lo que se avecina. Hay incertidumbre y temor por los miles de afganos que han abandonado el país en los últimos días y que se preguntan si volverán a ver su tierra natal.
Entre los 38 millones que permanecen en el país, existe una gran incertidumbre sobre qué tipo de gobierno impondrán los talibanes: ¿traerán de regreso las duras reglas y castigos que caracterizaron su último régimen?
Muchos afganos miran el gobierno de los talibanes en las zonas rurales y temen que no solo no hayan cambiado, sino que de alguna manera hayan empeorado.
Esta es una sociedad profundamente tradicional. Las mujeres y las niñas obtuvieron un poco de libertad cuando las fuerzas de la coalición occidental fomentaron la educación.
Las mayores perdedoras son las niñas que alcanzaron la mayoría de edad en los últimos 20 años y que ahora creen que no pueden vivir la vida que se les prometió.
Mañana comenzará el próximo capítulo de esta larga guerra. La guerra más larga de Estados Unidos está terminada, pero la batalla por los afganos ciertamente no lo está.