A fines de 2021, el Banco Central advirtió a las personas con inversiones en monedas virtuales ofrecidas localmente, que lo hacían a su propio riesgo pues las autoridades dominicanas, igual que la mayoría de los demás países, no regulan, supervisan, ni garantizan estos activos ni deben usarse aquí como medio de pago.
El desplome mundial de las criptomonedas ha borrado más de una tercera parte de su valor, tal como habían pronosticado varios bancos centrales. Este “crash” del Bitcoin, Ethereum, Doge y otras denominaciones, es un duro golpe a quienes llegaron tarde al especulativo medio de pago virtual, cuyo valor total de mercado a fines del 2021 superó US$1,030,000,000,000.00 (US$1.03 trillones americanos).
Las criptomonedas, dijo el Banco Central, “no cuentan con el respaldo de esta institución ni con la autorización de la Junta Monetaria para su emisión y utilización como medio de pago para realizar transacciones de ningún género; es decir, que no tienen curso legal ni fuerza liberatoria de obligaciones públicas o privadas en todo el territorio nacional”.
La advertencia vino poco después que el presidente Nayib Bukele, de El Salvador, que enfrenta esta semana un incumplimiento de su deuda externa, anunció que el Bitcoin sería aceptado como moneda en ese país.
¿Qué son las criptomonedas?
Las criptomonedas son un activo incorpóreo que existe sólo digitalmente, al cual cada emisor nombra y dispone de una cantidad fija que ofrece en venta por unidad sin necesidad de un intermediario similar a un puesto de bolsa, que lleva el registro contable público para transparentar las operaciones, asentadas en una base de datos.
Dado que esta “moneda” no existe en forma física (aunque la represente una imagen virtual), son almacenadas en una cuenta o billetera digital. A medida que más personas desean comprar una unidad, su valor aumenta, pero igual ocurre al contrario cuando deciden vender.
El valor real lo fijan los inversionistas al negociar el precio, mediante la oferta y demanda, de cada unidad de determinada criptomoneda.
La fiabilidad del registro se basa en la transparencia mediante el “blockchain”, que la empresa IBM define como “un libro mayor compartido e inmutable que facilita el proceso de registro de transacciones y de seguimiento de activos en una red de negocios.
Un activo puede ser tangible (casa, auto, dinero en efectivo, terrenos) o intangible (propiedad intelectual, patentes, derechos de autor, marcas).
Prácticamente cualquier cosa de valor puede ser rastreada y comercializada en una red de blockchain, reduciendo el riesgo y los costos para todos los involucrados”. Pero…
Caso del Bitcoin
Por ejemplo, el Bitcoin tuvo un salto de precio a fines de 2010 de apenas fracciones de centavo por unidad a nueve centavos de dólar; de US$0.09 pasó en un año a US$26.90, un incremento de precio de 2,960 por ciento.
En 2013 subió a US$1,238.00 pero un año después de desplomó a poco más US$35.00. Desde 2013 hasta fines de 2021, llegó a US$68,991.00, un espectacular desempeño mayor que cualquier activo cotizado en bolsas, pero en diciembre de ese año bajó a US$49,243.00. A mediados de mayo de 2022 está a US$28,005.00, con tendencia a seguir bajando.
El BItcoin fue creado en 2009 por un colectivo anónimo que postea en redes con el pseudónimo Satoshi Nakamoto, mientras otro llamado Shibetoshi Nakamoto creó luego el Doge, “como una sátira de cuan estúpido se tornaba” el mercado de criptomonedas.
El sábado pasado, Shibetoshi dijo en Twitter: “Las criptomonedas fueron creadas como una declaración contra los controles por los bancos centrales, justo después que [Estados Unidos] tuvo la recesión del 2006, causada por prácticas predatorias de financiamiento y otras insensateces irresponsables, que hicieron explotar la burbuja inmobiliaria, la flagrante impresión de dinero, los rescates a quebrados, con dinero público, etc.”.
Sin embargo, dice Shibetoshi, “las criptomonedas son usadas hoy mayormente por inversionistas que quieren ganarse un dinero especulando”, pero olvidan que ninguna autoridad gubernamental los va a rescatar cuando el mercado implosione, como parece estar ocurriendo.
Una de las razones para la espiral a la baja de las criptomonedas es que China ha intervenido para limitar la expansión de ese mercado y su uso como medio de pago.
Otros grandes inversionistas están viendo que, en lo que va de 2022, Bitcoin ha perdido casi 40 % de su valor, mientras los bonos en el mercado mundial y las acciones en bolsas apenas han bajado un 10 %, y el oro ha subido casi 3 %, con otros minerales en alza también.
BC lo advirtió
Ya desde mediados del 2017, el Banco Central había advertido tras resolución de la Junta Monetaria, sobre la ilegalidad y “los riesgos asociados a la adquisición de este tipo de activos virtuales con la intención de usarlos como inversión o como medio de pago, en nuestro país”.
Y hace apenas seis meses, premonitoriamente informó: “Los activos virtuales mencionados ni ningún otro, no son una moneda de curso legal y por consiguiente no gozan del respaldo del Estado, su efectividad o su uso como medio de pago en nuestra economía no puede ser garantizada, ni ninguna persona está en la obligación de aceptarlos como forma de pago de bienes o servicios prestados”.
Si algún dominicano quedó mordido, olvidó que “guerra avisada no mata soldado, y si lo hace es por descuidado”. Las eficaces prevenciones de las autoridades monetarias ayudaron a evitar que el desplome de las criptomonedas afecte a nuestro país.