El congresista estadounidense de origen dominicano, Adriano Espaillat, se ha constituido en un verdadero representante de su comunidad, de los latinos y de la República Dominicana.
Son pocos los legisladores dominicanos en el Congreso Nacional, de los que se pueda decir que realizan una labor similar a la que hace Espaillat en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos.
Aquí se le debe reconocer que hace importantes aportes en defensa del país, y que siempre sale al frente cuando desde el Gobierno estadounidenses se toman medidas que perjudican a los dominicanos.
Ojalá que los senadores, diputados y regidores dominicanos adopten esa actitud para representar a sus demarcaciones y en beneficio del país, no del suyo personal o del partido al que pertenecen.
La propuesta de Faride
La senadora de la capital propone un proyecto para que a los salarios se les cobre impuestos a partir de los 41,657 y no de los 34,685. Y esto es justo.