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Los acuerdos confidenciales por “air bags” defectuosas de Takata Corp. impiden que se tenga acceso a información relevante que otras víctimas podrían utilizar para presentar reclamos por daños.
La falta de información profundiza la confusión que rodea el caso.
Los llamados a revisión de más de 7 millones de vehículos por parte de al menos 10 compañías automotrices hacen que los conductores abriguen dudas respecto de los riesgos para su seguridad.
Grupos de defensa de la seguridad afirman que la Administración Nacional de Seguridad del Tránsito no hace lo suficiente en su investigación de Takata.
