Santo Domingo.- “El pecado del acueducto de Estebanía es que se está haciendo sin estudios”, informó este miércoles Eleuterio Martínez , vicepresidente de la Academia Dominicana de Ciencias sobre la construcción por parte del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) dentro del Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño, en Azua.
Martínez denunció que las autoridades están negociando con los agricultores de la zona porque el acueducto está prácticamente hecho y aun no tiene el primer estudio de evaluación de impacto ambiental.
“El espacio que se ha escogido para hacer el acueducto se hizo de una forma burda. Tú meterte dentro del río, poner la tubería de construcción en el mismo río y luego hacer la toma dentro de este, todo en el centro de un área protegida en los ambientes más frágiles”, dijo el ecologista.
“Parece que esto fue diseñado por un artesano que no tiene la menor idea que el cauce de los ríos hay que espetarlos”, apuntó Martínez.
Entrevistado en el telematutino El Día, que se trasmite por Telesistema canal 11, el ambientalista dijo que este Parque Nacional tiene la única parte de la Cordillera Central que toca el mar Caribe y justo en esa área hay una transición del bosque húmedo hacia el bosque seco y muy seco.
“En esa zona se va en gradiente de humedad, en el que vas del desierto, eso es lo que se encuentra en la parte de Peralta que se adentra a Valle Nuevo”, resalto el académico.
Medio Ambiente paralizó la construcción
Se recuerda que el pasado lunes 23 de mayo los trabajos de construcción del acueducto múltiple de Estebanía-Las Charcas, de Azua porque el impacto secó el cauce del Río Grande.
La disposición fue ejecutada por la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Proedemaren). El proyecto se desarrolla dentro del área protegida Parque Nacional Francisco Alberto Caamaño, en donde se está construyendo una toma de agua que impacta incluso el caudal de una cascada del Río Grande.
Se explicó que la obra constituye un delito grave de acuerdo con las leyes 202-04 (Sectorial de Áreas Protegidas), 333-15 (sobre Biodiversidad de la República Dominicana) y 64-00 (sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales), según comunicó procurador de corte Francisco Contreras, titular de la Proedemaren.
Se informó que la “construcción deberá permanecer paralizada hasta que concluyan las investigaciones que realiza el Ministerio Público sobre la permisología y la legalidad de la obra que se ejecuta en una zona ecológicamente vulnerable”, explicó el procurador de corte.
Contreras reveló que el 19 de mayo del presente año, un equipo de la dependencia del Ministerio Público que encabeza se presentó al lugar de la construcción del acueducto, donde se realizaron inspecciones técnicas y levantamientos de información.
Durante dicha inspección, acompañaron a los fiscales varios técnicos de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Una vez en el lugar los fiscales se comunicaron con el supervisor de la obra, Freddy Almonte, quien argumentó que “ellos (los constructores) no tenían los permisos medioambientales en la oficina”.
Mediante el acto de alguacil número 661-2022, notificado a Eudis Abigail Cordero Heredia, director provincial del Inapa, la Proedemaren recordó que el oficio No. 00137, emitido por el procurador de corte Eusevio Corcino Alcántara, paraliza los trabajos del citado acueducto que ejecuta el Inapa bajo la dirección de Wellington Arnaud.
Lo que dice INAPA
El director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Wellington Arnaud, explicó que para la construcción del Acueducto Múltiple Estebanía-Las Charcas, en Azua, no se ha tomado ni una gota de agua del Salto Río Grande, ya que esa obra no se ha concluido todavía.
Explicó que la obra Acueducto Múltiple Estebanía – Las Charcas consiste en una obra de toma, planta de tratamiento de 70 LPS y líneas que alimentará tres depósitos, para llevar agua potable a más de 16,000 habitantes de Estebanía y Las Charcas. Además, se alimentará Cañada Cimarrona, otra comunidad de la zona que beneficiará a más de 500 habitantes.
Expresó que la falta de agua en el salto es tan inconveniente para el INAPA como para aquellos que disfrutaban de la zona como un atractivo turístico. «Las tomas irregulares aguas arriba han disminuido el flujo del agua a un nivel tan bajo que afecta el medio ambiente y obstaculiza el acceso a agua potable por parte de miles de habitantes de las comunidades locales», dijo.