El pueblo dominicano debe acudir masivamente a las urnas el domingo 16 de febrero para hacer realidad el cambio político y social que demanda la mayoría de la población en las diversas encuestas realizadas recientemente.

Para materializar ese cambio, los partidos de oposición deben defender de manera conjunta y con firmeza el voto que se deposite en las mesas electorales, evitando el canibalismo de procesos anteriores.

Es importante dar instrucciones precisas a los delegados para que defiendan los votos correspondientes a todos los partidos que reclaman un cambio significativo en la conducción de la administración pública.

El pueblo dominicano ha sido testigo de que la facción peledeísta en el poder, que dirige el presidente Danilo Medina, ha demostrado suficiente ambición, descaro y falta de escrúpulos para intentar cualquier maniobra fraudulenta.

Se debe denunciar con energía redoblada el uso y abuso de los recursos del Estado y toda acción que tienda a distorsionar la voluntad popular que se expresará en estos comicios y en los de mayo.

En este momento enfatizamos que lo decisivo es votar por el cambio con la presencia masiva de la población en las urnas, particularmente de muchos que se abstienen y otros que se sienten innecesariamente comprometidos con el Gobierno porque reciben algún subsidio que no sale de los bolsillos de dirigentes peledeístas, sino de los impuestos que pagamos.

Con muchos sufragios a favor de transformaciones políticas y sociales en las casetas de votación, la garantía de la victoria se consolida con la defensa común del voto oposicionista, manteniéndonos todos-as a la expectativa al concluir el proceso para celebrar la victoria o rechazar con energía, en el momento preciso, cualquier acto fraudulento en algún lugar específico.