Lily Montaño.
La magia de las artes escénicas envuelve a todo el que gusta de esta expresión artística, que llevan el soporte principal para mí en un buen guión y por supuesto, la caracterización de los personajes. El desdoblamiento, la expresión corporal, la voz y hasta el silencio del artista son recursos que siempre me han maravillado en los favoritos para mí, como el cine y el teatro, unos puntos más distantes, la televisión.
El aprendizaje actoral conlleva muchos elementos, y existen distintos métodos para serlo, como el histórico, Stanislavski, el que aún es un referente para la formación y la práctica, aunque ya existen muchos otros.
Para mí siempre será el mejor actor, el que se desdobla completamente hasta hacernos creer que no existe nada más, sino el personaje, la versatilidad de caracterizar diferentes personalidades, desde la más ecuánime hasta el sociópata frío y calculador.
Dejar que el personaje hable por él, tomar vida propia a través de ese cuerpo, es sin dudas, un placer indescriptible para los que estamos detrás de la pantalla o frente al escenario
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