
Santo Domingo.-Como si se tratase de una competencia para vencer al más arriesgado y dispuesto a perder hasta la vida en un instante, los peatones capitalinos tienen que evadir todo tipo de obstáculos para movilizarse en aceras y otros espacios de dominio público.
Pese a que la Ley 675-44, sobre Urbanización, Ornato Público y Construcciones no se ha modificado y consagra una amplitud 2 a 3 metros de aceras para las avenidas principales y 1.50 metros en calles secundarias, las mismas son obstruidas y reducidas al mínimo hasta por los que deben hacer cumplir la ley.
Ocupciones ilegales
Las ocupaciones ilegales que más persisten son los “tarantines” y cocinas improvisadas de los denominados “padres de familias”; los portatanques para basura; postes del tendido eléctrico, maceteros y jardineras mal ubicados, así como muros de contención establecidos sin criterio alguno, dizque para evitar el aparcamiento de vehículos en las áreas peatonales.
Otra modalidad reiterada en diversos puntos, que violan las mismas autoridades, es la colocación de estaciones de autobuses y escaleras peatonales (a nivel público y privado) que obligan a la gente a tirarse al pavimento para continuar su camino exponiendo al peligro.
Los más afectados son las personas con alguna discapacidad, los adultos mayores y niños, que no pueden valerse por sí mismos, ante el riesgo que los acecha por la aparición de alcantarillas destapadas, escombros de construcción y depósitos improvisados de basura.
Quejas usuarios
Personas afectadas externaron sus quejas sobre el poco manejo de las autoridades municipales para hacer valer el derecho de los ciudadanos
“Es muy peligroso andar por las calles aquí, en cualquier momento te tropiezas o chocas con una fritura y un cilindro de gas, un mercado improvisado y hasta un taller de mecánica”, manifestó Ylsa Acevedo, en Los Praditos.
