Santo Domingo.-Como si se tratase de una competencia para vencer al más arriesgado y dispuesto a perder hasta la vida en un instante, los peatones capitalinos tienen que evadir todo tipo de obstáculos para movilizarse en aceras y otros espacios de dominio público.
Pese a que la Ley 675-44, sobre Urbanización, Ornato Público y Construcciones no se ha modificado y consagra una amplitud 2 a 3 metros de aceras para las avenidas principales y 1.50 metros en calles secundarias, las mismas son obstruidas y reducidas al mínimo hasta por los que deben hacer cumplir la ley.
Ocupciones ilegales
Las ocupaciones ilegales que más persisten son los “tarantines” y cocinas improvisadas de los denominados “padres de familias”; los portatanques para basura; postes del tendido eléctrico, maceteros y jardineras mal ubicados, así como muros de contención establecidos sin criterio alguno, dizque para evitar el aparcamiento de vehículos en las áreas peatonales.
Otra modalidad reiterada en diversos puntos, que violan las mismas autoridades, es la colocación de estaciones de autobuses y escaleras peatonales (a nivel público y privado) que obligan a la gente a tirarse al pavimento para continuar su camino exponiendo al peligro.
Los más afectados son las personas con alguna discapacidad, los adultos mayores y niños, que no pueden valerse por sí mismos, ante el riesgo que los acecha por la aparición de alcantarillas destapadas, escombros de construcción y depósitos improvisados de basura.
Quejas usuarios
Personas afectadas externaron sus quejas sobre el poco manejo de las autoridades municipales para hacer valer el derecho de los ciudadanos
“Es muy peligroso andar por las calles aquí, en cualquier momento te tropiezas o chocas con una fritura y un cilindro de gas, un mercado improvisado y hasta un taller de mecánica”, manifestó Ylsa Acevedo, en Los Praditos.
Versión urbanistas
Narcizo Guzmán y Cristóbal Valdez, arquitectos y exdirectores de Planeamiento Urbano del ADN, deploraron por separado el impacto negativo que genera ese malestar.
De acuerdo con Guzmán, la Ley 675-44 precisa todas las normas que se deben cumplir, y se establecieron tras el ciclón San Zenón, cuando las calles de la ciudad empezaron a ensancharse y se requería establecer criterios para la creación de aceras y vías.
“Esos contenedores, tanques y meceteros están prohibidos. Igual sucede con la siembra inadecuada de árboles, que en la pasada gestión se creó una norma para evitar que se dañen las aceras”, puntualizó.
Mala imagen urbana
“Cuando uno hace un recuento de los lugares donde ha estado, los que más te gustan son aquellos donde uno puede caminar y hay un espacio adecuado, contrario a lo que sucede en Santo Domingo, salvo algunas áreas de la Zona Colonial”, dijo Cristóbal Valdez.
Para él a nivel de las autoridades hay poca voluntad para hacer valer las leyes.
Dijo que hasta el Polígono Central “es un desastre”, por el irrespeto de los desarrolladores privados.
“Uno camina por cualquier lugar y allí encuentras una rampa, donde tienes que saltar o te inclinas para poder cruzar”, externó Valdez.
Agregó que en el Polígono Central se establecieron tres metros y los promotores se toman todo. Agregó que en 2010 hicieron un estudio y la ciudad había perdido kilómetro y medio por el uso ilegal de esos espacios, ocupados además por motoristas.
“Uno de los retos de la Alcaldía es rescatar el espacio público con una política continua”, añadió Valdez.