El nivel de aprobación de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en la encuesta Datafolha del mes pasado cayó hasta el nivel más bajo para cualquier presidente en 15 años, a raíz de que las medidas propiciadas por Levy para contraer el déficit contribuyeron a un aumento del desempleo y a precios al consumidor más altos.
En 2015, la economía más grande de América Latina se contraerá en su mayor nivel desde 1990, dado que los impuestos más altos y una moneda más débil avivan una inflación por encima de la meta, según el sondeo más reciente de analistas de bancos centrales y datos del Fondo Monetario Internacional.
Los brasileños marcharon el domingo en los 26 estados del país, en tanto otra encuesta de Datafolha demostró que más de un cuarto de los manifestantes en la ciudad de Sao Paulo reclamó juicio político para la presidenta Rousseff.