Los traumas nasales muchas veces también pueden ser manejados por los cirujanos plásticos entrenados en nariz y por los maxilofaciales.
Por ser la nariz la parte más externa y proyectada de la cara suele ser el sitio que mayor número de fracturas presenta a nivel facial.
Dichas roturas pueden pasar inadvertidas en los niños, dada la frecuencia de los traumas en los mismos. En adultos se tienen como causas los deportes y los accidentes de tránsito, donde el 40% de los pacientes con trauma facial pueden presentar fractura nasal.
Pamela Pol, coordinadora de la Unidad de Otorrinolaringología de los Centros de Diagnóstico, Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat), destaca que las fracturas se pueden clasificar según el tipo de lesión y la cantidad de huesos o cartílagos involucrados, yendo desde una fractura lineal con muy pocos o ningún síntoma y las más complejas donde hay rotura de los huesos, desviación del tabique, donde los síntomas principales son obstrucción respiratoria, sangrado y dolor al momento del trauma.
La especialista cita, además, roturas más complejas donde hay múltiples fisuras en la nariz, muchas veces acompañada de heridas externas y donde hay un hundimiento visible o una lateralización de este órgano, en este caso se presenta lo que se llama laterorrinia (desviación de la nariz), la cual es muy frecuente en accidente de tránsito o en juegos deportivos, también puede presentarse por una contusión durante alguna riña.
Cuando se inflama
La otorrinolaringóloga señala que si inicialmente el paciente tiene dolor, puede haber gran inflamación en la nariz que deforme incluso a la misma, haciendo que algunas veces pasan desapercibidas las fracturas o el hundimiento de la unión o del dorso nasal.
Otro de los síntomas frecuentes es el sangrado, que en traumas más pequeños suele ser mínimo, pero en traumatismos importantes puede ser profuso, necesitando muchas veces taponamiento nasal para su control inicial.
La doctora, quien además es rinóloga y cirujana plástica facial, señala que otro de los síntomas es la obstrucción respiratoria importante, debido al edema de los tejidos y a la oclusión de la fosa nasal por la colocación en una posición inadecuada del tabique o de la pirámide nasal.
¿Cómo se diagnostica?
Para el diagnóstico, el examen físico y la historia clínica es determinante y se debe completar con exámenes radiográficos, preferiblemente una tomografía axial computarizada de la nariz, donde los cortes coronales y axiales son determinantes, ya que permiten ver tanto las estructuras del dorso nasal, la válvula nasal y el septum nasal.
Especifica que el manejo y diagnóstico temprano de los trauma nasales es lo ideal, ya que las fracturas recientes son más fáciles de reposicionar y evita la formación de hematomas y destrucción posterior de elementos cartilaginosos u óseos de la nariz.
“En los niños muchas veces el manejo es conservador y rara vez deben llevarse a cirugía, pero de necesitarse, un rinólogo entrenado puede realizarla sin peligro, siempre y cuando se conserven las estructuras del crecimiento nasal, pero deben ser otorrinolaringólogos experimentados y entrenados en este tipo de intervención nasal”, advierte Pol.
En los adultos, el tratamiento consiste en la cirugía para reposicionar los huesos afectados, en ocasión teniendo que lateralizar o movilizar toda la pirámide nasal a su posición original y por lo general se acompaña de una cirugía del tabique o septum nasal, el cual se ve desviado por la acción del trauma e impide la correcta entrada del aire en la vía aérea nasal.
El manejo
— Prevenir daños
Cuando ha habido fractura o hundimiento del dorso nasal es necesario colocar un vendaje para asegurar la posición de la misma ya reparada, y en pocas ocasiones también se requiere el uso de taponamientos nasales temporales, usando compresas nasales.
Qué hacer ante un trauma nasal
Ante todo accidente o trauma, se debe verificar primero que el paciente esté respirando, si hay sangrado y el estado de conciencia de la persona.
Una vez revisadas estas condiciones se debe proceder a estos pasos: Si el paciente está sangrando, se debe hacer que mire hacia el piso y apretar la nariz con un paño, con agua fría por cinco minutos, nunca echar la cabeza del paciente para atrás, pues la sangre se puede ir a la vía aérea y hacer que se asfixie.
Si está sangrando, pero además ha perdido el conocimiento, colocarlo de lado para evitar que aspire la sangre, lavar con un poco de agua limpia y apretar en la zona donde está el sangrado por cinco minutos.
En el caso de que el paciente no esté sangrando pero tenga mucho edema en el área del trauma, se puede colocar una bolsa con hielo envuelta en una toalla sobre la nariz por cinco minutos. Si es una herida visible, lavar con solución salina o agua, luego cubrir con un paño y apretar hasta llegar a la emergencia.