Santo Domingo.-La Ley de Acceso a la Información Publica en República Dominicana es “letra muerta”, porque el Estado nunca ha implementado un programa de educación pública para orientar a la sociedad de cómo utilizar esa legislación.
Así lo considera el director del Instituto de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Eduardo Trotti, tras señalar que las leyes de transparencia no han cuajado en América Latina porque aún no existe una cultura sobre acceso a la información.
El también director de Libertad de Prensa de la SIP añadió que muchas de esas legislaciones son demagógicas, porque se hicieron como parte de la propaganda del Estado por decir “somos buenos, somos transparentes y rendimos cuentas”.
“Pero en realidad si no hay una educación al lector o al soberano de cómo utilizarlas, no sirven de nada”, indicó al participar en los Coloquios de EL DÍA.
El papel de la SIP
Pese a que aún no se ha logrado un nivel ideal, Trotti afirma que la Sociedad Interamericana de Prensa ha contribuido a crear una cultura de libertad de expresión en el continente.
Resalta que el mayor logro que ha tenido esa organización fue la declaración de Chapultepec, suscrita el 11 de marzo de 1994, herramienta que ha sido utilizada como un arma para medir los niveles de libertad de expresión en los países; y ha promovido reglamentos, leyes y decretos.
También ha servido para presionar a los jueces a crear antecedentes judiciales a favor de la libertad de expresión.
“Hemos ayudado a crear conciencia sobre libertad de prensa”, subrayó.
La SIP también ha impulsado la eliminación de leyes de Insulto y Desacato en muchos países donde las autoridades las utilizaban para protegerse de las críticas de los periodistas.
Asimismo, ha combatido la violencia e impunidad contra periodistas y participado en los juicios de varios de ellos.
Amenazas libertad prensa
El ejecutivo de la SIP sustentó que la principal amenaza de la libertad de prensa son las decisiones políticas de algunos gobiernos que tratan de mantener una cultura discreta.
Citó como otro problema la forma de usar la tecnología, que está llamada a tener una buena comunicación entre uno y otro.
Sin embargo, termina utilizándose para espiar e invadir la privacidad.
En ese sentido, comunicó que la SIP está muy pendiente a los temas de espionaje, los cuales, ha visto, es parte de la idiosincrasia de muchos gobiernos.
“Creo que estamos en un momento difícil, en el que los periodistas seguimos siendo los grandes responsables de hablar de esos temas”, apuntó. Para él se llegará a un nivel ideal cuando haya un mecanismo de ética y de respeto.