Santo Domingo.- El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, garantizó este domingo que la situación actual en la frontera con Haití está controlada, en alusión a la crisis generada por la construcción, desde el lado haitiano, de un canal de riego en el río Masacre, frontera natural entre ambos países.
En un mensaje de nueve minutos dirigido a la nación, el mandatario expuso los motivos que han le han llevado a tomar medidas como el cierre total de las fronteras -marítimas terrestres y aéreas- con Haití o la suspensión de la emisión de visados a los ciudadanos haitianos.
Asimismo, afirmó que “no se trata de un conflicto entre dos pueblos, porque ni el dominicano ni el pueblo haitiano queremos la confrontación (…) pero sí estamos enfrentando a los incontrolables que mantienen la inseguridad en Haití y que por sus intereses particulares ahora conspiran también contra la estabilidad de su gobierno y la seguridad de nuestros recursos hídricos».
Tras exponer la importancia del río Masacre para República Dominicana como fuente hídrica para la producción agropecuaria y como límite fronterizo norte del territorio, Abinader hizo un repaso de cómo los acontecimientos han derivado hasta la actual situación, desde que, en 2018, ciudadanos haitianos iniciaron “la construcción unilateral” de un canal de riego.
El proyecto quedó paralizado tras el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moise, “pero desde hace unas semanas se reinició la construcción ilegal promovida por los mismos agentes provocadores de siempre. Si hay incontrolables en Haití, les aseguro que no serán incontrolables para los intereses del gobierno dominicano».
Acciones “en legítima defensa”
Ante esta situación, “que afecta de forma directa a nuestros intereses y nuestros legítimos derechos, hemos entendido la necesidad de dar una respuesta contundente en legítima defensa contra los grupos incontrolables que no obedecen al orden constitucional haitiano ni reconocen los acuerdos bilaterales que rigen las relaciones fronterizas entre ambas naciones».
Esto último, en referencia al Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929 y el Protocolo de Revisión de 1936, cuyo articulado señala que “ambas partes contratantes se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas». “Precisamente eso es lo que están haciendo algunos particulares haitianos” y “el precedente de una obra de riego construida de manera unilateral puede conducir a una escalada de construcciones que acabarían con el río”, argumentó. La construcción del “canal ilegal podría afectar el caudal del río en la zona baja, perjudicando unas 14.000 tareas de terreno cultivable en territorio dominicano y unas 10.00 tareas en territorio haitiano”, así como “causar un daño ecológico al vital ecosistema lacustre de agua dulce de Laguna Saladilla, uno de los humedales más importantes en República Dominicana».
El 88 % del caudal del río Masacre o Dajabón fluye por territorio dominicano. Nace en Loma de Cabrera y, de sus 55 kilómetros, nueve forman parte de la frontera y solo dos entran en territorio haitiano, tramo donde están haciendo la toma.
En tono conciliador, el presidente incidió en que su objetivo al tomar las medidas anunciadas la semana pasada, “es garantizar la seguridad y el interés nacional, así como proteger nuestros ríos, medio ambiente y producción agrícola” y estarán en vigor hasta “la paralización definitiva del canal en construcción». Además de las disposiciones ya mencionadas, “prohibimos la entrada al país de los promotores del proyecto, instruimos reactivar la toma de agua de la Vigía, ordenamos la construcción de la presa de don Miguel y reforzamos la presencia militar en toda la frontera”, recordó.
Ante estas acciones, el Gobierno de Haití defiende su derecho a explotar sus recursos naturales, aludiendo, precisamente, al tratado de 1929 en el que se ampara el Gobierno dominicano para señalar la supuesta ilegitimidad de las obras.
Intervención en la Asamblea de la ONU
Abinader afirmó que la grave crisis institucional y socioeconómica de Haití se encuentra ya a un nivel que “solo podrá ser resuelta con la ayuda de la comunidad internacional”, cuestión en la que insistirá durante su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra la próxima semana en Nueva York.
“Porque la solución definitiva está allá y no aquí. El problema de Haití ya no está en Haití, está en manos de la comunidad internacional”, argumento que ha esgrimido desde su primera comparecencia ante la Asamblea General de la ONU 2021- “no hay solución dominicana al problema haitiano”, enfatizó.
Hace casi un año que el primer ministro de Haití, Ariel Henry, solicitó a la comunidad internacional la intervención de una fuerza conjunta que apoye a la policía del país a erradicar a las bandas armadas que hacen cundir el terror entre la población en sus luchas por el control del territorio.