Santo Domingo.- En la antesala de su quinto aniversario en el poder, el presidente Luis Abinader ha intensificado su ritmo de trabajo con un marcado acento en la inauguración de obras, visitas a comunidades y un protagonismo mayor en la promoción de las ejecutorias de su gestión.
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El mandatario se muestra más activo, como si buscara darle un nuevo aire a su administración y contrarrestar el creciente discurso opositor que cuestiona el nivel de sus ejecutorias.
El próximo domingo, en un acto del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Abinader pronunciará un discurso que se perfila como una suerte de rendición de cuentas adelantada, en el que expondrá lo que al entender el equipo gubernamental son los principales logros de la actual administración.
El presidente ha estado inaugurando escuelas, hospitales, carreteras y proyectos comunitarios en diferentes puntos del país. En cada escenario repite el mensaje de que su administración está concentrado en trabajar, lo cual ha repetido en varias inauguraciones.
“Las obras están aquí, al servicio de la gente”, dijo recientemente, mientras que en su espacio de interacción con gente vinculada a los medios de comunicación denominado LA Semanal, anuncio que este lunes hablará de sus obras advirtiendo que sorprendería a la oposición.
Parece un cambio de rumbo en la comunicación oficial, dando un giro deliberado hacia la visibilidad de las cifras macroeconómicas, la microgestión, las obras realizadas durante su gestión y su desempeño frente a las crisis del entorno global.
La estrategia recuerda a otros momentos de la política dominicana en los que el mandatario de turno buscaba “tomar la calle” para marcar agenda. Abinader apuesta por mostrar resultados tangibles y posicionar la idea de que el “cambio” prometido en 2020 se traduce ahora en hechos concretos.
Cambios y reposicionamiento
Como parte de este relanzamiento, se esperan cambios en el tren gubernamental, en especial en áreas cuya eficiencia ha sido cuestionada, así como en la estructura de comunicación oficial, blanco de críticas incluso dentro del mismo PRM. Los ajustes buscan darle más cohesión al relato y mejorar la conexión con sectores donde el gobierno acusa desgaste.
La cita del domingo, aunque enmarcada en una actividad partidaria, servirá como vitrina para proyectar una nueva etapa del gobierno. Será también la plataforma para que Abinader se presente no solo como el hombre que prometió un “gobierno del cambio”, sino como el Presidente que, desde la óptica oficialista, está cumpliendo con esa promesa en obras, datos y hechos.
Con este relanzamiento, Abinader pretende retomar la iniciativa política y colocar a la oposición en la posición de responder. Su reto es que el impulso no se quede en un acto simbólico ni en la repetición de inauguraciones, sino que se traduzca en una percepción sostenida de gestión eficiente y resultados medibles.
En la última semana el Mandatario inauguró un hospital traumatológico en Higüey para darle servicios a la región Este, una ampliación de la capacidad de la línea uno del Metro, un edificio logístico en el Aeropuerto Internacional de las Américas para mercadería distribuidas por los curriers, el inicio de la ampliación de la terminal aeroportuaria y la Circunvalación de Baní, una de las principales obras viales inauguradas en su gestión.
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