No se entiende ahora la contradicción que existe sobre el tema de las primarias. Cuando la Ley de Partidos se discutía hubo alertas sobre las implicaciones de la aplicación del proceso interno aprobado por el Congreso Nacional y promulgado por el Poder Ejecutivo.
Entonces, ahora desde el Partido de la Liberación Dominicana se quiere dificultar el trabajo tan complicado que tendría la Junta Central Electoral con la obligatoriedad de organizar las primarias abiertas para cinco partidos.
El PLD quiere que haya una segregación de sus votantes con los demás militantes de otros partidos que tendrían derecho al voto en caso que se mantenga el sistema abierto para octubre.
El temor se advertía antes de que el Congreso discutiera y aprobara la Ley de Partidos.
El otro mal provocado por las primarias viene a ser el financiamiento por parte de los partidos. Se quiere, en contra de la ley, que el Estado asuma todo el compromiso, poniendo los partidos interesados en ese proceso solo una migaja de los fondos.
Además de la complejidad del montaje de ese proceso, otras cosas saldrán en torno a las primarias abiertas, que muchos habían objetado.
Políticos o no
Hace mucho tiempo que en el país no tiene importancia si una persona milita o no en un partido, para ser nombrada en una función tan delicada de ser juez.
Los ejemplos sobran. Gente muy allegada a líderes políticos ha sido escogida en altas cortes.